Jamón, puro placer.
Gourmet

Ay, el jamón

Es un auténtico manjar. Y ‘colarse’ en una tienda especializada como Reserva Ibérica, un delirio.

Cierto que cada uno sabe qué se llevaría a una isla desierta, pero son mayoría los que responden: jamón. Para disfrutar a solas, sin compartir con nadie, junto al mar, con la brisa… Lástima que sólo se pueda elegir un artículo porque el vino no iría nada mal. ¿Quién dice no a un plato de jamón?

Ante esta pasión desmesurada, surgen tiendas especializadas. Reserva Ibérica es una de ellas,  se encuentra en el centro de Barcelona, y no sólo vende excelentes piezas, también imparte catas y cursos para conocer más sobre la curación, selección, e incluso para aprender a cortarlo. Manuel López, fundador de la empresa tras acumular el legado de más de 40 años de su familia, desvela y comparte parte de este gran mundo que supone un solo producto. Nada más y nada menos.

Cada pieza es distinta. Incluso dentro de una misma D.O. o de una misma ganadería, y en el sabor final intervienen numerosos factores relacionados tanto con la crianza del animal como con la conservación y curación. Para ofrecer sólo lo mejor de lo mejor, seleccionan las piezas en bodegas artesanales del sureste de la península. Y hasta que no alcanzan el nivel óptimo de curación, no pueden adquirirse.

Sólo un maestro como Manuel López sabe detectar este punto preciso para conseguir un aroma profundo y un sabor intenso. Él desvela los colores del jamón, desde las notas dulces hasta los matices tostados y de larga permanencia en la boca. De esta manera, se aprecian las diferencias entre el de Guijuelo, el de Extremadura y el Jabugo o entre los puros de bellota y los de recebo, por ejemplo.

Cortado siempre a mano, puede comprarse a peso, por piezas o bien en cajas obsequio. Y sorprender, por ejemplo, con una elegante caja para disfrutar de una cata de cuatro tipos de jamón distintos, los mejores ibéricos.

En Reserva Ibérica, además, se puede degustar en el momento este manjar y acompañarlo de una selección de vinos y cavas. El mostrador y la tienda comparten espacio con una zona de degustación. Cuenta además con otros platillos basados en los productos gourmet de la tienda como los quesos, entre los que destaca el provolone fundido con jamón ibérico o una creación propia: su carpaccio de lomo ibérico con tomate, parmesano y vinagre de Módena. Apasionados del jamón, uníos.

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