Semiclandestino y de moda.
Bebidas

Las copas: en el Consulado

Todo el mundo quiere conocer Phillipines Club, en la Plaza Real de Barcelona.

Ocupa una segunda planta, con cierto carácter clandestino y de un inmueble del barrio Gótico. Desde ella se contempla la Plaza Real, pero no suele ser necesario asomarse mucho porque dentro hay actividad suficiente. Tomar una copa, charlar, conocer gente... Todo sucede en este club ya de moda.

Concebido como el bar del Consulado de Filipinas, este espacio colonial, caracterizado por su luminoso salón con ventanales, se convierte en la novísima opción para quienes buscan una copa (o varias) con estilo y a media tarde. Y es que cierra temprano (20.00 horas).

La carta de bebidas, con amplia variedad de gin tonics, combina con una selección de tapas y sándwiches. Además, resulta perfecto para un relajado desayuno (a partir de las 10.00 horas) o un aperitivo en un entorno tranquilo.

Domina el color blanco y está distribuido en tres salas. La barra, construida con madera de dicho color, combina con elementos vintage, lámparas acristaladas y otras de ante, vitrinas con botellas de intenso verde y sofás bourdeos.

Y en la sala interior, una mesa de madera de grandes dimensiones enfatiza el espíritu colonial. Junto a ella, sillas, candelabros, librerías, espejos y una chimenea. Intimista y de moda, es Phillipines Club.