La cultura oriental, en sus usos y costumbres, nos fascina y seduce por lo que tiene de magia y de misterio, de ajeno a nuestro mundo conocido; en los felices años 20 ya Jacques Guerlain nos rendía a la femineidad asiática en los aromas de Liu, la joven esclava que prefiere quitarse la vida antes que revelar el nombre de su amor - chi posse tanta forza nel tuo cuore? - le preguntan tras ver que no responde ni ante la amenaza de tortura, ella responde que es el amor... Y es Turandot de Puccini.
A aquella esencia asiática, en sus aromas e inspiración, le pone Olivier Echaudemaison rostro en etéreos polvos dorados, ojos rasgados, rojos profundos, laca y exotismo... y en edición limitada.
La piel se viste en dos nuevas versiones de météorites: perlas del dragón en seis tonos de luz para dibujar la expresión de tu rostro; rosa pálido y beige para difuminar las imperfecciones de la piel, blanco y dorado para iluminar y ciruela y palo de rosa para aclarar las sombras del rostro y ocultar, tras esa claridad, el cansancio. Y seis tonos más de polvos compactos, dragón negro, beige claro, medio y oro para unificar y rosa para reaviviar y blanco y dorado para iluminar. Ambas propuestas en elegante y misteriosa polvera negra de metal...
La mirada de Liu se ensombra en cuatro tonos, écric 4 coleurs, que lucen en estuche dorado y funda negra, dos texturas mate para la discreción del día y dos iridiscentes para el brillo de la noche.
Los labios rojos, perfilados y coloreados con shine automathique, culminan el dibujo del rostro en hidratación, brillo, sensualidad y provocación. Y como no sólo habla el rostro, sino también las manos, vernis á ongles, dos esmaltes de uñas, uno en luminoso oro y otro en profundo ciruela.
Envuélvete además en polvos iridiscentes perfumados y sorprende, atrae, enamora, conquista, seduce... como si fueses Liu.
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