Romantina, de Juliette Has a Gun, es una oda a la despreocupación que huele a flor de naranjo, a primavera y a historia de amor fugaz, y que despierta en toda su intensidad cuando aparecen de fondo las notas de pachulí para dejar una huella imborrable en aquel que la respire. Retomando la historia de Juliette, la heroina moderna y musa de la marca, y esta vez con la vieja Roma como escenario, Romantina recrea un romance contemporaneo en el que Juliette recorrerá sus calles de la mano de un apuesto italiano que le hará vivir veinticuatro horas que se quedarán impregnadas en su memoria. Un cuento moderno y fresco de Romano Ricci, cuyo punto de origen es una despedida, un desconocido y un atardecer en un café de la Piazza Navona.
El enfant terrible de la casa Ricci, -bisnieto de Nina Ricci, la gran dama de la Alta Costura- regresa con su primera fragancia floral, y lo hace como ya nos tiene acostumbrados: responsabilizándose de nuevo de todo lo relativo a la imagen de la campaña, la idea de diseño, la elección de materiales y como ya es habitual, una nueva historia de Juliette por contar; una manera distinta de presentar un perfume realizado unicamente con ingredientes puros y naturales: flores y más flores, tan especial como los anteriores.
Romantina es una composición almizclada en la que se ha superpuesto un bouquet de flores blancas; Jazmin, iris, vetiver, rosas, azahar, muguet, y osmanthus. Contiene un ligero toque de infusión de vainilla, y se presenta en un packaging blanco, sobrio, de líneas rectas y con el ya conocido logo de Juliet Has a Gun.