Hace tiempo que la máscara de pestañas dejó de ser ese producto al que solo recurríamos cuando íbamos muy arregladas. La sofisticación de las fórmulas y el perfeccionamiento de los cepillos ha hecho de ellas herramientas fiables e imprescindibles: claramente, agrandan y embellecen los ojos, así que con máscara estás más favorecida pero tu look resultará discreto. Vamos, que no parecerá que vas de boda cada vez que te la pones... Antes sí.
¿Cuáles son sus principales mejoras? Con las antiguas había que aplicarse una base para conseguir que las pestañas quedaran peinadas, separadas y uniformes, listas para recibir el color. Los nuevos rímeles contienen ingredientes que hidratan y alisan cada pelo, evitando los odiosos grumos, de modo que las bases pasaron a la historia. Los cepillos no eran precisamente dosificadores, así que había que descargar la enorme cantidad de rimel impregnada en las cerdas en el borde del tubito o arriesgarse a embadurnarse los ojos y tener que recurrir al engorroso pañuelo algodón. Los cepillos actuales toman la cantidad exacta y precisa de producto: mojando una vez y pasando otra es más que suficiente. Además, les proporcionan un rizo muy natural de modo que han desterrado aquella curiosa herramienta tan de moda entre nuestras abuelas: el rizador.
¿Consejos de aplicación? Nunca aplicar la máscara antes que el maquillaje; no olvidar las pestañas del párpado inferior, de hecho, los profesionales aconsejan empezar por ellas peinándolas por encima, de la raíz a las puntas; después, las de arriba, peinándolas por abajo, también de la raíz a las puntas y del centro a los extremos; apuesta por marrones y negros; nunca te acuestes sin retirarla; nunca le prestes tu rímel a nadie y si ves que se ha secado un poquito, échale una gotita de aceita de oliva.
Dicho esto, échale un vistazo a Le Volume de la colección Jeux de Regards de Chanel, creada por Peter Philips, su director creativo. Su nuevo cepillo snowflakes incluye varios discos estratégicamente dispuestos para lograr un volumen espectacular pero también densidad, cuerpo e intensidad. Sus púas largas y rígidas depositan el color de manera homogénea y las cortas y flexibles las separan y densifican. Además, la goma natural de acacia facilita un secado rápido lo cual es sinónimo de volumen. Para completar Le Volume (31 euros), sombras y delineadores
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