Tú que miras de frente a la vida, que das la cara a los días bellos tanto como a los negros e incluso a los rojos, tú que sabes que la belleza está en ti, en ser tú y no otra, en no esconderte ni cambiarte, en la emoción de la que estás hecha y en cada espacio y cada hueco de tu interior... mima el lugar donde comienza la belleza, mima tu piel y tu rostro.
Y es que, ni aun siendo la cara el espejo del alma, luce siempre la belleza que atesoramos dentro, será por aquello de los días de lluvia, grises, negros o rojos pero a veces no hay brillo ni hay luz en nuestro rostro, cuestión ésta imperdonable porque no hay hoy mayor pecado que hurtar belleza al mundo.
Chanel nos propone un cuidado en tres momentos para no pecar y lucir bellas cada día -le jour, la nuit, le weekend-.
El día -le jour- es para el extracto de jazmín de Grasse y sus propiedades como refuerzo a la vitalidad de las células de nuestra piel; se trata de una crema de textura translúcida y fundente bajo cuyo efecto la piel luce luminosa durante todo el día.
Y si el día pide refuerzo, la noche -la nuit- es para la reconstrucción; el extracto de incienso apacigua nuestra piel y, en una crema de textura envolente, facilita el proceso de rehidratación de las células de modo que nuestro rostro amanece descansado, hidratado, preparado para el día.
Llegado el fin de semana -le weekend-, llega también el momento de la renovación para empezar después la semana con otro rostro y otro gesto; el agua de rosa de mayo es el secreto de una exfoliación e hidratación más profunda, es también el componente de una crema de textura sedosa que regala flexibilidad y luminosidad a nuestra piel.
Si quieres ser de las que enfrenta siempre a la vida con su mejor cara, deja que Chanel te cuide durante el día, la noche y el fin de semana.