Terry de Gunzburg amaba la belleza, descubrirla, verla, pintarla... e incluso crearla; de ahí que abandonara la médica tradición familiar para adentrarse en el mundo de las artes, de donde llegó años después a la moda y a YSL...
Pero en su largo camino como experta en maquillaje, 15 de cuyos años transcurrieron para Terry como directora de makeup desing primero y creativa después en YSL, la idea de una firma propia, de un lugar personal y único en el que dar rienda suelta a su particular visión de la mujer, la creatividad y la belleza, latía con fuerza, tanta, que desde el año 2000 By Terry es una realidad.
Con la trayectoria y avales de su creadora, tras el reconocimiento recibido a través de los años, era imposible no prestar a By Terry la atención merecida y es que se trata de una firma para no perdérsela, para muestra, una boca.
La cara es el espejo del alma y, si los ojos dicen mucho en su mirar, no menos dicen los labios en su voluptuosidad y su color, en una carnosidad apetecible y bella que no debemos nunca descuidar y que by Terry nos propone mimar y alimentar con hyaluronic sheer rouge.
Se trata de un bálsamo labial con ácido hialurónico -para hidratar y regalar voluptuosidad-, filtros V -para evitar los daños de la desmedida fuerza del sol- y polímeros filmógenos de acabado glossy -para dar y fijar color en puro brillo-.
Y no es baladí el asunto del color porque, reconozcámoslo, en el color que aplicamos a los labios escribimos sin letra una intención, y es que no es lo mismo ni es igual pintarse los labios en rosa suave que en un profundo, brillante y apasionado rojo.
Terry, que conoce como nadie lo que se oculta tras el maquillaje, nos propone, para este bálsamo, una paleta de diez colores que va escalando de los rosas y marrones suaves al fucsia o rojo más deslumbrante.
Y así las cosas, ya sólo queda preguntarte ¿qué pretendes? y que elijas bálsamo, uno by Terry, claro.