Sueños tropicales.
The Sunday Tale

La bola del mundo

"Cerró loff.it tras deleitarse un rato leyendo acerca de una nueva Harley y miró de nuevo la bola del mundo, ..."

Cerró loff.it tras deleitarse un rato leyendo acerca de una nueva Harley y miró de nuevo la bola del mundo, no pudo contener una sonrisa sintiéndose a la vez un poco loco ... Desde que la conociera siempre habían decidido así sus vacaciones ... giras la bola, cierras los ojos, lanzas tu mano decidido hacia adelante ... y paras el mundo en un punto: ese será el lugar al que irás a oxigenar el ánimo y las ideas. Decidió mantener esa tradición vacacional y el azar le marcó un destino hecho casi a su medida: la península de Malaca. Cambiaba el desierto africano por la jungla asiática con sus playas, con sus buenas olas para surfear o incluso para el paddle-surf, que nunca había sido él perezoso para probar nuevas formas de navegar las olas.

Cómodamente sentado en su Reno revisaba la pulsera salvavidas y la writecard, por largos y continuos que fuesen sus viajes, o quizá por eso, nunca llegaba a desconectar del todo … ni tan siquiera cuando, como en esa ocasión, viajaba por el puro placer de viajar. Guardó también la colonia que le regalara su hermana, la novia perfecta, según quien ese aroma era una fragancia de emperador, perfecta entonces para su ruta en tren Bangkok – Singapur, pues en modo alguno pensaba cruzarse el mundo para perderse el Eastern y Oriental Express, aún sabiendo que era quizá demasiado lujo para un surfer en busca de olas.

Dejó tras de sí, abandonado sobre la mesa, el último informe de Naciones Unidas; las grandes cifras del hambre eran todavía más terroríficas que tiempo atrás, no era una sorpresa para él; siempre había sabido y predicado hasta el puro agotamiento que si el “mundo rico” entendía la ayuda al “mundo pobre” como una donación de alimentos, en cuanto el primero entrara en crisis el segundo moriría ahogado … Pero las grandes cifras eran sólo eso, cifras, su Living Meki era otra cosa, era esperanza, sueños, esfuerzo, futuro ... era bello y útil.

Se marchaba, esta vez sí, con la intención de llevarse consigo, de no dejarse atrás ni huirse … había llegado el momento de rehacer el puzzle de su vida y para ello debía aprender a sentirse sin dolerse, a calmar ansias y sentir a pocos … quizá entonces pudiera explicarse y entenderse incluso en sus errores. Por eso echó a la mochila “El pájaro diamante” … porque la poesía invita a la emoción y la introspección ...

Vio entonces aquella imagen en su muro de facebook ... era ella con unas llamativas gafas de sol, sola, recostada sobre una acogedora cama exterior y degustando una manzana roja hasta en su corazón ...era un hotel de Capri donde una vuelta a un mundo cualquiera la había llevado …