Abres el Word, el cuaderno o la libreta de turno dispuesto a escribir el mejor texto de tu vida. Claro, concreto, preciso, que diría Carver; evitando gerundios, palabras confusas y adverbios terminados en “mente”. Adjetivos, los justos porque arrugan el estilo, afirma Alejo Carpentier ¿Será posible? El mismísimo rey del epíteto haciendo apología del sustantivo. Y vuelves a la primera frase. La clave de todo, dicen. Tan ingeniosa y demoledora que se apodera del lector y lo entontece de tal modo que para él ya no existe más mundo que tu magnífico artículo.
En ese momento te dan ganas de abandonar; de cerrar el Word, el cuaderno o la libreta de turno y dedicarte a otra cosa. ¿Quién me mandaría meterme en semejante berenjenal? Te preguntas mientras te acuerdas de Kafka, de los paseos de Walser, del dichoso iceberg de Hemingway… ¿Por qué diablos me empeñé en escribir? Y entonces, viene Chéjov para recordarte que uno no termina con la nariz rota por escribir mal; escribimos porque nos hemos roto la nariz y no tenemos ningún sitio donde ir. Pues será por eso. Y como ya es imposible salir del lío, vuelves al maldito folio en blanco. Con la nariz hecha un asco.
Escribir no es tarea fácil. Mucho menos, hacerlo bien. Escribimos mal. Escribimos confuso, desordenado, sin pararnos a pensar en lo que estamos escribiendo ni en quien nos va a leer. Y esto lo dice William Lyon, periodista neoyorquino afincado en Madrid desde hace más de cuatro décadas. Toda una eminencia en el campo de la comunicación escrita dispuesto a echarnos un cable cuando nos enfrentamos al reto (diario para muchos) de redactar un texto, cuanto menos, decente.
De su inmenso amor por el lenguaje, por la palabra escrita, por el estilo y por el texto pulcro nace La escritura transparente. Porque, y cita a Orwell, la buena prosa es como el cristal de una ventana. Un manual exquisito en el que, con sus escasas pero certeras ciento veinticinco páginas, ejemplos y trucos nos ayuda a descubrir (y a practicar) el precioso arte de contar historias. Y contarlas bien. Porque escribir bien es esencial.
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Título: La escritura transparente. Cómo contar historias.
Autor: William Lyon.
Editorial: Libros del K.O. Madrid, septiembre de 2014.
125 páginas.
ISBN: 978-84-16001-26-2
Precio de venta: 13,90 €