La fotografía de Isabel Muñoz me fascina. Así de corto, así de claro, así de simple. No es sólo por su técnica impecable –casi siempre en blanco y negro–, su particular y artesanal proceso de revelado –utiliza el antiguo proceso del platino– como si de una acuarela se tratase, su calidad innegable o su forma de mirar y plasmar el cuerpo humano. No es sólo eso, no, es mucho más fácil, Isabel me emociona. Me emociona como un tango sensual, suave, rotundo…, como una caricia porque su fotografía es precisamente eso, un arrullo, un baile en el que que la luz se desliza, se balancea y se hace sombra con el roce de dos cuerpos, se erotiza y resucita.
Dicen los expertos que Isabel Muñoz es la fotógrafa del cuerpo humano y el referente de la etnología por excelencia, que su fotografía refleja su pasión por el cuerpo y por su fuerza para expresar un sentimiento o una forma de ser, su pasión por el movimiento, el espacio y la luz. No en vano su cámara ha recorrido el mundo entero plasmando con maestría inigualable la belleza de las razas, danzas y costumbres religiosas, tatuajes y pinturas tribales, pero también la “cultura” de la violencia –los maras de Guatemala– o el desamparo de la infancia. Irán, Etiopía, Turquía, Cuba, Vietnam, Camboya, Méjico, El Salvador, Senegal, Moldavia han sido escenario –entre otros muchos– de un trabajo minucioso, un viaje por numerosas culturas que le han valido premios como dos World Press Photo, el Premio Bartolomé Ros en PHotoEspaña 2009 o la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Sin embargo la fotografía de Isabel Muñoz traspasa las fronteras del reportaje y del documento llegando a lo más profundo del ser humano, a su dignidad, a través de un hilo incesante de emoción. Emoción, sobre todo emoción, “Yo no puedo hacer fotos si no me emociono” –afirma Isabel.
El tercer volumen de la colección Obras Maestras que publica La Fábrica en edición de lujo nos descubre la historia de Isabel Muñoz, su vida y su obra gracias a los ensayos críticos de Gérard Macé, Alain Mingam y Christian Caujolle, una entrevista realizada por Eduardo Momeñe y más de 200 fotografías seleccionadas especialmente para este libro. Perfeccionista, apasionada, sensible y aventurera, Isabel impregna su trabajo de ese singular estilo que permite reconocer su firma en cada imagen. Desde sus primeros tangos hasta las fotografías más recientes de los derviches, este libro es testigo del largo viaje de una fotógrafa que ha perseguido el cuerpo a través del mundo de la danza, primero, y de la denuncia social, después. Geografías de hombres y mujeres, recubiertas de arte, descubren los mundos escondidos tras la piel y los ojos. Una extensa y detallada cronología, ilustrada con fotografías del álbum personal de la fotógrafa escrita por Lola Huete Machado, cierra la edición.
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Isabel Muñoz. Colección Obras Maestras
Editorial: La Fábrica
Año de publicación: 2010
Páginas: 400
PVP: 58,00 €
Formato: Tela 24 x32 cm
ISBN: 978-84-92841-27-1
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