Fotógrafo de sociedad, reportero gráfico y predecesor del fotoperiodismo actual, Alfonso Sánchez García creció entre bambalinas y libretos de ópera. Tuvo que trabajar desde muy temprana edad pues no eran aquéllos buenos tiempos para la lírica, aunque sí lo fueron poco después para su gran talento fotográfico. Apenas contaba quince años cuando Manuel Compañy puso entre sus manos la primera cámara, grande, pesada, con placas de cristal. Corrían los últimos años del siglo XIX y Alfonso iba a ser testigo de un sinfín de hechos históricos en un país, España, que empezaba a despertar.
Tiempos convulsos, lucha de clases, huelgas generales y revueltas sociales, guerras coloniales e “inciviles” –por muy civil que se empeñen en llamarla–, vuelos inéditos, monarquías, dictaduras, repúblicas, acontecimientos deportivos, taurinos, culturales y, como no, retratos costumbristas de una sociedad hoy desaparecida. Un impresionante testimonio gráfico, un legado inestimable para todos los que vivimos más de un siglo después, una maestría única heredada y seguida por tres de sus hijos –Luis, José y Alfonso–, siendo este último (Alfonso Sánchez Portela, “Alfonsito”) quien tomó el testigo de su padre con mayor intensidad.
Por las cámaras del Estudio de Alfonso desfilaron ilustres escritores como Galdós, Valle-Inclán, Machado, Pío Baroja o García Lorca, políticos también ilustres (otros no tanto), reyes, princesas, grandes damas… Inmortalizaron asedios y bombardeos, verbenas y bailes populares, sucesos de todo tipo, ocupando sus fotografías las primeras páginas de grandes periódicos republicanos (El Sol, El Gráfico, Libertad, El Heraldo de Madrid…) Un archivo documental impresionante de más de cien mil negativos que desde 1992 custodia el Ministerio de Cultura y que, de entre todos ellos, la Editorial La Fábrica ha seleccionado los más representativos, algunos desconocidos, para ilustrar una obra sin precedentes.
Alfonso, se titula. ¿Para qué más? Pues Alfonso encierra toda la actividad profesional ejercida por una colectividad excepcional en la que el concepto de autor se diluye entre los blancos y negros de unas imágenes imperecederas, magníficas, con toda la fortaleza y credibilidad del trabajo realizado con pasión, a pie de calle. Un imprescindible que nos regala más de ocho décadas de historia gráfica, de la historia de nuestro país, de una época ya inexistente pero no por ello menos importante. Al contrario, de una época que quizás nos haya marcado mucho más de lo que pensamos.
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Alfonso. Obras Maestras
Edición: Chema Conesa
Diseño: erretres
24 X 32 cm
298 páginas
Idioma: Español
Precio: 58,00 €
978-84-15303-61-9