Todos, queramos o no, tenemos la afición de crear listas de cosas. Listas escondidas o que tan sólo asoman un poco; o aquellas listas que nos apetece dar a conocer y en las que se participa, se aporta e, incluso, en un momento dado, se cambia. Aunque esto último no sea lo más conveniente.
Así que os pregunto, si tuvierais que hacer una lista con los cinco escritores que más os gustan, los que os aportan cosas, os emocionan, os embrujan, os dejan la mente con un pensamiento fijo,… ¿qué cinco autores compondrían vuestra lista? Yo lo tengo claro.
Mi lista de 5 autores imprescindibles está compuesta por escritores en lengua castellana. Si, ya lo sé; entiendo que cierro mucho el campo, pero es que, aún defendiéndome en algún otro idioma, mi dominio del mismo no llega a la altura suficiente como para poder disfrutar al cien por cien de autores en dicha lengua, ya que muchas de las traducciones de dichos autores dejan bastante que desear y no le dan ese punto, ese sentimiento único escondido en cada novela, en cada poema, en cada relato. Hay grandes traducciones, si. Las de Javier Marías, por ejemplo, son de esas que rebosan talento por todos los lados. Javier Marías escribe en cualquier género. No conozco obra alguna suya en verso -creo que no existe – pero estoy seguro que si lo intentara, lo bordaría.
Como en seguida habréis caído en la cuenta, en mi lista de 5 autores imprescindibles está Javier Marías. No os diré el puesto que ocupa, porque este puede ir variando en función de múltiples variables, pero siempre está entre el primero y el quinto puesto. Entiendo que en cuestión de gustos, cada cual se marca las preferencias que más le llenan y los textos de Marías están, invariablemente, entre las mías.
Dicen mis allegados que en algunos escritos míos que nunca han salido a la luz y supongo, no sin cierta tristeza, que nunca lo harán, ver la influencia de Javier Marías. ¡Ja,ja,ja,ja! Muy presuntuoso sería yo si no me lo tomara, como mucho, a broma… Yo puedo permitirme el lujo y el acierto de no enseñar públicamente escritos míos. Yo puedo y debo, pero tú, Javier Marías, - perdona que te tutee – poder, podrás, pero no creo que debas hacerlo. Siento contradecirte, pero has llegado a tal altura y estás en un plano tan diferente al resto de la mayoría de los mortales que nos debes, al menos, la oportunidad de decidir si lo que escondes es bueno o malo.
¿A qué viene todo esto? Pues viene a que ha caído en mis manos un ejemplar de Mala índole, de Javier Marías, el cual, además, me ha dedicado este año en la Feria del libro. Claro, no puedo pretender que te acuerdes. Lo entiendo.
El caso es que en su obra, Mala índole, Javier Marías recoge una colección de relatos, de cuentos cortos que ha ido publicando a lo largo de su vida profesional, avisándonos de que este no es su género y casi pidiendo perdón por la calidad de los mismos - ¡ahí ya has hundido cualquier esperanza que pudiera tener yo como escritor! -. Tanto es así que, con una rígida mirada crítica, los clasifica en dos niveles: cuentos aceptados y cuentos aceptables, dejando escondidos en el cajón los que él denomina inaceptables.
¡Javier Marías, quiero leer los inaceptables, los inexistentes, los endemoniados o los prohibidos! Me da igual qué apelativo quieras ponerles. ¡Quiero leerlos todos! No servirá de mucho, pero, al menos me he desahogado. Con esta pequeña licencia en forma de grito he reclamado mi derecho a no perderme ni uno sólo de los escritos que Javier Marías tenga por ahí escondidos. No servirá de nada, sí, lo sé, pero si hay por ahí algo con la misma magia que sus cuentos aceptables – de los aceptados ni hablamos -, sería fantástico echarles un ojo. Lo que os digo, otro plano, una dimensión diferente a la que vivimos el resto de los mortales.
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Colección: Biblioteca Javier Marías
Páginas: 440
Publicación: 03/10/2012
Género: Cuentos
Formato:14x23
Encuadernación: Rústica
Precio: 19,50 €
ISBN: 9788420402802