Vamos a hacer una mezcla un tanto explosiva. Juntemos una telenovela en la que ocurren las cosas que ocurren en las telenovelas…
Tenemos a dos jóvenes de clase baja, enamorados ellos el uno del otro, viviendo en una efímera felicidad hasta que aparecen indicios de que ella no es de tal clase, sino que es hija ilegítima de la nobleza española. Os podéis imaginar los avatares que irá sufriendo el joven, tratando de recuperar los favores de su amada. Pero resulta que el joven va medrando en su vida, llegando a ostentar puestos de categoría dentro del ejército, para terminar por codearse con la alta nobleza de su tiempo. Ambos van de aquí para allá, por España, viviendo numerosos encuentros plagados de no menos obstáculos en los que se ve implicada la política, la sociedad, los miedos y prejuicios de una época en la que pocas cosas eran lo que parecían ser.
Por otro lado tenemos un contexto histórico que va desde la Batalla de Trafalgar hasta la de Arapiles, pasando por la Conspiración de El Escorial, el 2 de mayo de 1808 y la Batalla de Bailén, entre otros episodios nacionales. ¡Uy! ¡He dicho episodios nacionales! ¡Vaya!
Claro, contado así, aún habiendo un buen número de lectores a los que, al menos, nos llamaría la atención y algo de intriga nos despertara la curiosidad, se trata de una puesta en escena que tampoco es que pueda considerarse una cita literaria ineludible. Al fin y al cabo, todo parece eso, una telenovela, con un marco histórico aceptable a la altura del más o menos bien armado Cuéntame televisivo. Ahora bien, si decimos que estamos hablando de los Episodios Nacionales, de Benito Pérez Galdós, entonces son palabras mayores.
En cualquier caso, he preferido contarlo así, tal cual me ha salido, para que aquellos que aún no os hayáis lanzado a leer esta obra maestra, lo hagáis. Lejos de parecer un “ladrillo” de historia de España – sin acritud y con perdón de los amantes de la historia – nos encontramos ante una forma de contar una parte importantísima de esa historia nuestra con unos ingredientes que hacen que la narración esté al alcance de cualquier tipo de lector. Se trata de lo que hoy en día llamamos Storytelling y que tan de moda se ha puesto, elevado a la categoría de máximo exponente.
Que uno pueda deleitarse aprendiendo la historia de España de manos de una de las más importantes plumas de todos los tiempos es posible si uno lee los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.
Quizás no sea mala idea dejar aparcados los libros tradicionales y sumergirse en esta superproducción de la que hoy, aquí, damos buena cuenta tan sólo de su primera parte. Y son cinco las series… ¿Qué no tienes tiempo para leer? ¿Qué tienes una pila de libros esperando a que los abras y nunca llega el momento? Pues lo siento, pero ve añadiendo estos que te digo – que son unos cuantos – y apresúrate a rebajar un poco la altura de esos libros apilados, que corren el riesgo de quedarse pegados unos a otros, de morir de frío, clamando por la caricia de tus manos en sus páginas.