Cabría preguntarse cómo contarán la historia reciente de nuestro país aquellos futuros historiadores que se lancen a hacerlo, sabedores de su alta capacidad para la narración, unida a sus elevados conocimientos de los acontecimientos. La parte fácil será el ir contando cada capítulo de nuestro día a día político y social. Eso no será complicado siempre que se disponga de una habilidad innata para construir frases y párrafos perfectamente estructurados, rebosantes de sentido con respecto a la actualidad que nos ha tocado vivir.
Los estudiantes del futuro hincarán los codos y echarán horas y horas para conocer los entresijos de la familia real que nos ha tocado a los que vivimos a caballo entre los siglos XX y XXI, así como en qué medida sus actuaciones han influido, o no, en nuestra sociedad. Sinceramente, sin querer desmerecer, sólo aquellos que realmente sean auténticos aficionados a la historia, aquellos que tengan verdadera vocación y profunda inquietud por conocer lo que vivieron sus antepasados, tendrán verdadero interés por el estudio de esta rama del conocimiento, que será la historia política de finales del XX y primeros del XXI. Pero, no nos engañemos, la mayoría lo verá como un auténtico ladrillo.
No obstante, cabe una ínfima esperanza. Cabe la esperanza de que en el mundo vuelva a nacer – si no lo ha hecho ya – un nuevo Benito Pérez Galdós, el cual, en forma novelada, mezclando realidad y ficción, haga ver a los futuros estudiantes que la historia, aún siendo la misma, puede contarse de muchas maneras, siendo la suya la mejor y más comprensible…
Si alguno de vosotros tiene el más mínimo interés en conocer la historia reciente – digamos dos siglos atrás – de España, esa pequeña inquietud se transformará en enorme si lee los Episodios Nacionales, de Benito Pérez Galdós. Ya dimos buena cuenta de las tres primeras series en entregas anteriores, para recomendar hoy la cuarta…
En esta ocasión nos vamos de viaje a la corte de Isabel II, sobre la que impone el sobrenombre de “la de los tristes destinos”. Un reinado el suyo que ya comienza de forma atropellada, por lo precoz, siendo proclamada reina de España con tan sólo tres años llegando a asumir sus obligaciones como tal a los trece. Amada al principio; odiada y repudiada al final, pasa su vida de reina por uno de los periodos más incómodos y convulsos de la historia de España. Todo esto entrelazando la fantástica historia de José García Fajardo – el de ficción – al que no le interesa lo más mínimo la política. Dos caminos contrapuestos en una misma narración que provoca veneración en los estudiosos de la historia y verdadero interés en aquellos que nunca sintieron atracción por la misma.
Una forma diferente de llegar al obligado conocimiento de la historia de nuestro país. ¡Ojala hubiéramos tenido que estudiar en el colegio estos libros en lugar de aquellos otros!