Velero Eilean de Panerai.
Barcos

La Copa del Rey Panerai de barcos clásicos suelta amarras

Si te gustan los barcos clásicos y de época tienes que estar en Mahón del 25 al 29 de agosto.

Su nombre oficial es Copa del Rey-Panerai Vela Clásica Menorca. La de este año será su duodécima edición y como siempre reunirá a los yates clásicos y de época más bellos del mundo en un emplazamiento también idílico, las aguas de Mahón, en la isla de Menorca. La cita este año es  del 25 al 29 de agosto.

Ya están abiertas las inscripciones para el Trofeo Panerai de Mahón en el que participarán cuatro categorías de embarcaciones: de Época o barcos botados antes de 1950, Clásicos (entre 1950 y 1975), Espíritu de Tradición (veleros de construcción moderna pero líneas clásicas) y Grandes Barcos, con eslora superior a los 23 metros.

La XII Copa del Rey-Panerai Vela Clásica Menorca 2015 es uno de los 9 circuitos de la Panerai Classic Yachts Challenge, el mayor circuito de veleros clásicos y de época del mundo y la que más embarcaciones clásicas concentra. Las velas de los barcos surcan las bahías de espectaculares  puertos deportivos  de Estados Unidos, el Caribe y Europa, cuatro de ellos en el Mediterráneo.

La XII Copa del Rey-Panerai Vela Clásica Menorca 2015 es una prueba puntuable del Trofeo Mare Nostrum y del Campeonato de España de Barcos de Época y Clásicos.

Este año Panerai celebra el undécimo aniversario de su patrocinio del Classic Yachts Challenge. Se involucró en este circuito de regatas en 2004, un año después del comienzo de la regata, y lo hizo por los fuertes vínculos que unen a la firma florentina desde sus orígenes con el mar. Aunque Guiovanni Panerai inauguró su taller de relojería en 1860 en el Ponte alle Grazie de Florencia,  Officine Panerai no creó el prototipo de su primer reloj hasta 1936 y lo hizo para la Armada Italiana. Ahí comenzó un largo idilio con el mar que todavía hoy continúa.

Y 1936 es también el año de construcción del Eilean, el mejor embajador de Panerai. La embarcación, un queche bermudiano de 22 metros de eslora, estaba amarrada en  English Harbour , en la isla caribeña de Antigua,  cuando el presidente de Panerai, Angelo  Bonati, lo descubrió en 2006 en estado muy deteriorado.  Bonati lo adquirió en nombre de Panerai y con la restauración adquirió el esplendor de antaño.