Patek Philippe no es una manufactura más de relojes de lujo. Para muchos, es el paradigma de lo que tiene que ser una casa artesana de alta relojería, con un cuidado y una precisión en cada pieza en el que el lujo, más que protagonista, forma parte del ADN. De su taller de Ginebra han salido grandes relojes, pero ninguno como el Henry Graves Supercomplication, un modelo de bolsillo que se creó para el banquero norteamericano del mismo nombre en 1933.
El valor estimado por Sotheby's para la subasta es de 12 millones de euros, lo que le convierte en el Patek más caro de la historia. La firma justifica este precio en que es "el reloj más complicado jamas creado por manos humanas". En 1999, la última vez que se puso en subasta, el precio fue de 11 millones de dólares de aquel entonces. Fue la cantidad que estuvo dispuesto a pagar un particular que siempre se mantuvo en secreto, pero que marcó el hito del reloj más caro jamás pujado.
Habrá que esperar al 14 de noviembre para conocer si pasa de nuevo a formar parte de la colección de algún particular o si la puja se queda sin aspirantes.