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Uber aplica el crowdsourcing a la logistica del lujo

Compañías como Uber que pretenden convertirse en una red de 'logística urbana', se están especializando en el transporte de marcas de lujo.

Los seguros de envío para los artículos de lujo se están convirtiendo en un tema espinoso para las empresas de logística, que compiten por el negocio de los minoristas de comercio electrónico.

Las ventas de productos de lujo personales alcanzaron un récord de 271.000 millones de dólares en 2014, según estima la consultora Bain & Co. en un reciente informe. La demanda de artículos de lujo como relojes y joyería ha aumentado un 2 por ciento desde 2013, mientras que la de accesorios de lujo como zapatos y artículos de piel se ha incrementado en un 4 por ciento.

Lograr transportar estos artículos a los clientes está resultando una tarea harto difícil y las compañías de logística a menudo tienen que dividir los envíos de artículos de lujo, para mantener cada paquete por debajo del valor máximo asegurado.

Uber Technologies Inc. ha lidiado para mantener acuerdos comerciales con algunos clientes, incluyendo el minorista online Gilt Groupe Inc., porque era incapaz de asegurar artículos de alto precio que se venden a través de la tienda online de Gilt.

Uber es una compañía internacional que proporciona a sus clientes diferentes servicios de movilidad, a través de un software de aplicación móvil. Ahora compañías como Uber se están especializando en las entregas tipo "crowdsourcing", consistente en externalizar tareas que tradicionalmente realizaba un empleado o contratista, a un grupo numeroso de personas o una comunidad, a través de una convocatoria.

Mantener a las empresas de comercio electrónico satisfechas es clave para transformarse en una red de "logística urbana".

La compañía se encuentra en conversaciones para una nueva ronda de financiación que podría llevar su valoración hasta los 50.000 millones de dólares, según informaban recientemente The Wall Street Journal y The New York Times. Si logra esta valoración Uber se convertiría en la compañia privada con mayor valoración del mundo, superando al fabricante de electrónica chino Xiaomi.