Las marcas suizas de relojes como Tag Heuer se están cubriendo las espaldas ‘por si acaso' los relojes inteligentes de pulsera se hicieran populares.
En la Baselworld 2015, la mayor feria de relojería y joyería del mundo, Tag Heuer anunció la semana pasada que lanzará al mercado el primer reloj inteligente suizo en colaboración con Google e Intel.
Guy Semon, director ejecutivo de Tag Heuer, se expresó de manera sorprendentemente abierta sobre los smartwatches de la competencia en una entrevista exclusiva para la revista estadounidense de tecnología y cultura Wired, “Nadie puede afirmar con certeza en estos momentos si van a existir suficientes compradores potenciales para los nuevos dispositivos de muñeca. Por el momento no sabemos si existe o no ese mercado".
"En primer lugar nosotros somos fabricantes de relojes. Tenemos que tener en cuenta los relojes inteligentes, porque no queremos repetir los errores del pasado. A principios de los años 70, cuando aparecieron los primeros relojes de cuarzo en el mercado dudamos durante demasiado tiempo”.
En 1969, la compañía japonesa Seiko Astron lanzó al mercado el primer reloj de cuarzo del mundo, el Seiko 35 SQ Astron. La precisión de estos relojes y el bajo costo de producción sumió a la industria relojera suiza durante más de dos décadas en la llamada ‘crisis del cuarzo’. En la industria relojera suiza, el número de empleados se redujo de 90.000 en 1970 a 28.000 en 1988.
"Me gusta ir sobre seguro. Con los smartwatches no sé muy bien hacia donde se dirige el tren, pero si sé que mejor que estemos sentados en el", señala Guy Semon.
Asimismo durante la Baselworld 2015 otros fabricantes de relojes, incluyendo Swatch, LVMH Tag Heuer, Bulgari o Gucci de Kering anunciaron alianzas con empresas de tecnología para lanzar sus propios smartwatches y poder competir con el AppleWatch que sale a la venta el próximo 24 de abril.
El director ejecutivo de Tag Heuer asegura "¿Cómo se diseña un reloj inteligente? El enfoque evidente sería copiar a Apple, pero el AppleWatch no es un reloj, es un dispositivo asociado a un smartphone en la muñeca y eso marca una gran diferencia. Nuestros relojes no son como un iPhone que tres años más tarde termina en la basura. Un reloj es para siempre”.