Por octavo año consecutivo, la casa austriaca se ocupó de engalanar el Dolby Theatre en su noche más especial: la ceremonia de la entrega de los Óscars que concede la Academia de Cine Norteamericana. Los más de 36 millones de espectadores de todo el mundo pudieron disfrutar del resultado del trabajo de Derek McLane y la prestigiosa casa que aportó 95.000 cristales conformando un decorado digno de una velada tan especial.
Inspirado por el glamour de la vieja escuela de Hollywood personalizada en el trabajo del director de cine y coreógrafo musical de Busby Berkeley, los diseños de Derek McLane incluían un telón gigantesco con 22.200 cristales Swarovski. La pared fue confeccionada por nueve artesanos que pasaron 580 horas montándola. Además, Swarovski proporcionó 50.100 cristales para las tres cortinas del escenario independiente y otros 23.000 cristales para decorar los palcos del teatro. Desde el año 2007, más de 675.300 cristales de Swarovski se han utilizado en el diseño conjunto de los Premios de la Academia y más de un millón de cristales se han incorporado en el diseño de vestuario.
Pero no solamente decoró el escenario sino que las joyas Swarovski fueron elegidas por una de las actrices más elegantes de la gala, Scarlett Johansson, quien lució un enorme collar bordado de cristales de Swarovski a juego con un Atelier Versace en verde esmeralda. Una elección que sorprendió a propios y extraños y que realzaba el nuevo look de la actriz estadounidense.
No es la única ocasión en la que los cristales de Swarovski brillan en una gala de entrega de premiso de Estados Unidos. También se hace cargo, desde hace casi una década, de la mano de Derek McLane, de la decoración del escenario de la Gala de los Tony's, los prestigiosos premios de teatro de aquel país.