El modisto francés Paul Poiret, inventor del concepto de la alta costura, fue el primer diseñador que creó en 1911 su propia línea de perfumes, Les Parfums de Rosine, un aroma amaderado con notas de flor de naranja y vainilla.
En la actualidad los perfumes son sin lugar a duda uno de los regalos más populares en épocas navideñas. En Francia, la patria por excelencia de los mismos, durante el mes de diciembre se realizan una cuarta parte de las ventas anuales de perfumería, en otros países europeos la situación es similar.
Pero ahora en el mundo de los perfumes la tendencia son los olores cada vez más exclusivos, y en París una serie de perfumistas ofrecen fragancias diseñadas para un sólo cliente, claro que eso tiene su precio. Un número cada vez mayor de personas demandan fragancias personalizadas, hablamos de un lujo muy especial y mucho más discreto que una ostentosa carcasa de móvil con incrustaciones de diamantes.
La prestigiosa perfumista Stéphanie de Bruijn abrió en 2008 una Boutique-Atelier de perfumes a medida en la 52 rue de l’Université en el séptimo distrito de París, donde ofrece aromas a partir de 250 euros y perfumes a medida a partir de 6.000.
Francis Kurkdjian uno de los perfumistas más importantes del momento, realiza fragancias especialmente adaptadas al cliente a partir de los 15.000 euros. Mucho más baratos son los perfumes a medida del estudio de creación de perfumes experimentales Flair, a partir de aproximadamente 2.500 euros.
Marcas exclusivas como Cartier, Guerlain o Patou pueden llegar a cobrar hasta 50.000 euros por un Parfum sur Mesure (perfume hecho 100% a medida) y eso incluye una serie de reuniones privadas con el perfumista de la casa, la utilización de las mejores materias primas tales como rosas de la región de Grasse, pruebas de laboratorio y todo ello entregado en una botella del mejor cristal de Baccarat.
Desde Cartier indican que al igual que sucede en la alta costura, se deben probar los perfumes a medida hasta que el cliente quede completamente satisfecho. Por lo general, hay que esperar entre ocho y nueve meses para recibir la fragancia realizada en exclusiva. La exclusividad y la escasez aumentan el valor, enfatiza Cartier, que anualmente crea únicamente un solo perfume hecho a medida. Como decia Jean Paul Guerlain, "El perfume es la forma más intensa del recuerdo. Debe ser como el tema central del Bolero de Ravel. Una especie de lenta obsesión".
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