Bernard Arnault ha presentado, con notable satisfacción, los resultados de LVMH en el primer semestre del 2016, la firma francesa crece al 3% en ese periodo a pesar de la difícil situación geopolítica que atraviesa Francia -cuna del grupo Louis Vuitton- y las graves consecuencias que ésta tiene en la economía del país. Arnault ha señalado la diversidad de producto, la calidad y el talento de los equipos como cuestiones clave para el mantenimiento de la senda de crecimiento por parte de LVMH.
La división de bebidas y también la de cosmética y belleza son las que aportan más a este crecimiento del 3%, y es que ambas crecen al 9 y 8% respectivamente; tanto relojes y joyería como el retail mantienen también un crecimiento sostenido en el 4 y 5% respectivamente mientras que la división de moda y complementos se muestra plana, es decir, arroja unas cifras muy similares a las obtenidas en el mismo periodo del año anterior. Es ahí precisamente en lo que trabaja actualmente la dirección de Louis Vuitton, en mejorar los resultados en moda y complementos, la venta de Donna Karan al grupo americano G-III Apparel and Accesories pretende mejorar la rentabilidad de esta división.
Y es que la rentabilidad tanto en moda y complementos como en el retail ha sido negativa en este periodo mientras en perfumes y cosméticos llegó al 9% y en bebidas se disparó hasta el 17% respecto al año anterior.
En cuanto a las perspectivas de cara a lo que queda de año, en LVMH son positivos, consideran que, gracias a los nuevos lanzamientos de producto y a su firme apuesta por la modernidad y la calidad, lograrán incrementar su cuota de mercado y, con ella, sus resultados.