El mayor grupo de lujo del mundo -LVMH: LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton- ha publicado su cierre de 2016 demostrando con sus resultados que ni la compleja situación socio-política y económica del mundo hace mella su desarrollo, no al menos de forma tan notable como sucede en otras firmas del mundo del lujo.
Louis Vuitton crece y lo hace además en todas sus divisiones, aunque a ritmos distintos; los ingresos de Vuitton fueron en 2016 de 37,6 billones de euros, un 5% superiores a los obtenidos el año anterior; los mayores crecimientos, porcentualmente, se produjeron en las divisones de perfumes y bebidas espirituosas -8 y 7% respectivamente- pero, dado que la división con mayor facturación es la de moda y bienes de cuero, el crecimiento del 4% en este área es lo ha sostenido en gran medida los buenos resultados del grupo -con unos ingresos de más de 12.700 billones de euros, duplica en tamaño tanto a la división de bebidas como a la de perfumes-.
En cuanto a los beneficios obtenidos con estos ingresos, el crecimiento es de un 6% respecto al año anterior, en línea con el incremento en el total de ventas; la divisiones de moda y bienes de cuero junto a la de vinos y bebidas espirituosas son las que muestran un beneficio más importante alcanzando ambas del 10% de incremento respecto al año anterior.
A pesar de estos buenos resultados -que son incluso mejores si los analizamos desde la perspectiva incierta en cuanto a la situación de la economía mundial y más si cabe respecto a la evolución del mercado del lujo- la dirección de LVMH se muestra muy cauta de cara a su evolución en 2017 si bien su estrategia no va a cambiar de forma importante, la firma seguirá basando su desarrollo en la innovación y en la alta calidad de sus productos.