En Estée Lauder las cosas parecen marchar bien, dadas las dificultades que aporta el mercado, crecer a ritmo de un 6% pasando de unas ventas netas de poco más de 2,5 millones de dólares en 2015 a superar los 2,65 millones en 2016 representa no sólo un buen resultado, que indudablemente lo es, sino que mejora las expectativas creadas alrededor de este gigante americano de la cosmética, el maquillaje y los perfumes.
Si bajamos al detalle de estos datos, vemos como es en el maquillaje donde se concentra el crecimiento mientras que la línea cosmética sufre una ligera caída, los perfumes por su parte, si bien suponen una pequeña facturación dentro de este holding comparado con la cosmética o el maquillaje, mantienen resultados respecto al año anterior.
Estée Lauder y Clinique son las marcas que tienen un peor comportamiento entre los productos cosméticos, La Mer maquilla un poco este resultado; si hablamos de maquillaje tenemos que hablar de MAC en primer lugar porque su crecimiento de dos dígitos, debido tanto al lanzamiento de nuevos productos como a la apertura a nuevos mercados y nuevas líneas de distribución, apuntala el buen resultado global de Estée Lauder; Smashbox, Tom Ford y Bobbi Brown tienen también un buen comportamiento en ventas.
Entre las fragancias, son las de Jo Malone London y Tom Ford las que mejor están funcionando para Estée Lauder.
Después de estos resultados trimestrales, las previsiones para el cierre de año, que son importantes a estas alturas si tenemos en cuenta que las compañías americanas cierran año financiero en el mes de junio, son optimistas: se espera un crecimiento en ventas alrededor del 7 o el 8% y un beneficio neto por encima de los 200 millones de dólares.