Airbnb (Air bed & breakfast), la exitosa plataforma online de home sharing que conecta a los usuarios a cambio de una comisión, está creando una convulsión en París. En la capital francesa ha nacido el fenómeno "Airbnb Lujo", se trata de habitaciones de súper lujo que le hacen competencia a los exclusivos hoteles, que a su vez acusan a Airbnb de competencia desleal.
La plataforma online estadounidense Airbnb ofrece tanto en Estados Unidos como en Europa la posibilidad de alquilar habitaciones libres. Airbnb es muy popular entre las familias francesas que afectadas por la crisis económica y el desempleo tienen la opción de alquilar su casa o una habitación por unas semanas para mejorar su presupuesto. Francia recibe 60 millones de turistas anuales.
Hasta la fecha eran los hoteles de hasta 3 estrellas los que se quejaban de la competencia según ellos desleal de Airbnb, pero con la aparición de estancias de lujo, son los hoteles de 5 estrellas los que se sienten amenazados por este lucrativo negocio de economía colaborativa.
Hoteles de lujo de Paris como Four Seasons, George V, Bristol o el Plaza Athénée, exigen al gobierno francés que regule Airbnb para que tributen adecuadamente acusándoles de haberse convertido en una competencia desleal.
Airbnb en Paris anuncia aproximadamente 50.000 pisos, más que en ninguna otra ciudad en el mundo, incluida Nueva York. En el Marais, el barrio mas antiguo de la ciudad el numero de pisos en alquiler supera al de residentes.
La ley francesa permite a los propietarios alquilar su casa principal a turistas durante cuatro meses al año. Pero la alcaldía ha detectado que muchos propietarios alquilan su piso todo el año a turistas sin tributar, y ha lanzado una operación para detectar pisos Airbnb no autorizados en Le Marais.
Airbnb cuenta en Paris con al menos 400 estancias con un precio entre 500 a 1000 euros la noche, pero en la Place Marceau, un estudio de 51 metros se puede alquilar por 1.700 euros la noche; otro con un spa en los Campos Elíseos por 1.500.
La clientela de los exclusivos hoteles parisinos ha bajado hasta en un 30 por ciento. Los atentados terroristas del pasado mes de enero y la prohibición del uso del burka, vestimenta habitual entre las ricas millonarias procedentes de Qatar, Dubai o Kuwait a las que les gustaba visitar Paris, han afectado a la ocupación de los grandes hoteles.