Marcas exclusivas como Prada, Salvatore Ferragamo, Christian Louboutin o Louis Vuitton, a causa de la devaluación de la divisa brasileña son ahora más baratas en Sao Paulo que en Nueva York.
En Cidade Jardim, un centro comercial al aire libre con vistas a los distritos de negocios de Sao Paulo, un reloj Cartier Tank Anglaise, en oro y acero, cuesta el equivalente a 9.326 dólares. En la Quinta Avenida de Nueva York, el mismo reloj cuesta 580 dólares más. En cambio los precios de muchas importaciones, desde teléfonos móviles hasta productos como el vino, se han disparado debido a la debilidad del real, añadiendo presión a la economía de Brasil que se dirige a su peor recesión en un cuarto de siglo.
Muchos artículos de lujo se han abaratado en dólares, debido a una peculiaridad de la industria de bienes de lujo. Louis Vuitton, Prada y muchas otras compañías toleran los márgenes de beneficios más estrechos en Brasil para compensar parcialmente los altos gravámenes de importación y los impuestos sobre las ventas.
"Se trata de un fenómeno momentáneo", indica Nadya Hamad, gerente de una tienda de Louboutin en el centro comercial Iguatemi JK en Sao Paulo. "Solíamos recibir quejas sobre lo caras que estaban aquí las cosas. Ahora nuestros clientes se sorprenden de lo baratas que están". De un recorrido por unos pocos centros comerciales se desprende que de casi dos docenas de artículos de lujo, 19 son más baratos en Sao Paulo que en Nueva York.
El real ha caído un 24 por ciento frente al dólar este año, mientras que prominentes figuras políticas y de negocios del país han sido arrastradas por un escándalo de corrupción que se inició con la petrolera estatal Petrobras. El real, que llegó a cotizar 1,54 por dólar en 2011, ahora cotiza alrededor de 3,5.
Se trata de un giro notable desde principios de esta década, cuando la fortaleza de su divisa hacia que los brasileños volaran a Nueva York o Miami para ir de compras. Hoy en Brasil las gangas se concentran en las tiendas exclusivas, pero no es probable que dure mucho la situación.
Empleados de Cartier, Louboutin, Louis Vuitton y Prada están advirtiendo a los clientes que los precios probablemente subirán pronto. "Hemos estado tratando de mantener los precios tanto tiempo como sea posible, pero terminaran aumentando", asegura Hamad de Louboutin.