La contaminación que produce la fabricación de ropa es un tema sensible al que los consumidores deberíamos prestar una mayor atención.
La ONG Greenpeace ha evaluado en su programa ‘Greenpeace Detox Catwalk’ (Pasarela Detox) el trabajo que realizan las principales marcas de moda para eliminar las sustancias químicas tóxicas de sus cadenas de producción, en la lucha contra la contaminación del agua.
El pasado martes Greenpeace organizó un desfile sobre una pasarela instalada en un arrozal de Indonesia con varios modelos llevando máscaras de gas y botas de goma para denunciar el papel de la industria textil en la contaminación del medio ambiente.
La presión existente sobre la industria de la moda para que abandone el uso de productos químicos tóxicos en la fabricación de sus productos, continúa en aumento.
Sara del Río, experta en tóxicos de Greenpeace España señala que “Buena parte de la contaminación de nuestros cauces de agua procede del sector textil, especialmente en los países productores, y esa contaminación llega a los acuíferos de todo el mundo a través de esas prendas, por eso, aunque aún queda mucho por hacer, es una magnífica noticia saber que cada vez son más las empresas comprometidas con la eliminación de tóxicos”.
La organización ecologista Greenpeace ya ha logrado conseguir que 30 empresas aseguren para el año 2020 tener una producción textil limpia sin contaminantes. En un reciente estudio realizado por la ONG quedan patentes los progresos realizados por algunas empresas y la poca importancia que le dan otras al tema.
Marcas internacionales como H&M, Zara, Puma o Adidas ya han prohibido algunos productos químicos nocivos en la producción de sus artículos y muchas compañías están aplicando "tendencias de desintoxicación" como renunciar al uso de contaminantes y residuos peligrosos o publicar los datos.
Inditex y Mango son junto con otras 12 marcas “Líderes Detox”, debido a sus grandes esfuerzos en la descontaminación de sus procesos productivos. Greenpeace cataloga a las marcas Nike y Li-ning como "Greenwashers" ya que según la organización medioambiental no han iniciado ninguna medida para conseguir mejoras.
Los farolillos rojos son las marcas de lujo como Versace, Louis Vuitton y Hermès, que no han aplicado política alguna de desintoxicación. Kirsten Brodde, experta textil de Greenpeace asegura que "Las marcas de lujo no se preocupan por la producción libre de tóxicos".
En China, casi la mitad del agua disponible no es potable y el 64% de las reservas de agua potable subterráneas en las principales ciudades están contaminadas. La industria textil china es responsable del 10% de las emisiones de aguas residuales industriales en el país.