Los falsificadores de bolsos, relojes, ropa y zapatos de lujo ganan millones y se burlan de las grandes corporaciones del lujo, las compañías la mayoría de las veces tienen pocas oportunidades de tomar medidas contra los defraudadores.
La mayor parte de los productos falsificados provienen de China y se venden en Estados Unidos, donde la piratería rara vez se procesa como un delito, debido a la poca cooperación entre ambos países.
La china Xu Ting de 45 años de edad es conocida en Estados Unidos desde hace mucho tiempo como vendedora de productos de lujo falsificados. Ocho marcas de lujo ya han demandado a la ciudadana china. Al Grupo Chanel le debe 6.200.000 euros por vender productos en Internet con el nombre de la exclusiva marca.
Dan Plane, abogado especialista en derechos de propiedad intelectual de Hong Kong señala que existen millones de maneras de engañar al sistema y que la única cosa que podría detener a Xu Ting seria su fallecimiento o su arresto. Hasta la fecha, Xu Ting que ya ha obtenido la residencia estadounidense, simplemente se ha negado a comparecer ante los tribunales.
Kathrin Schurrer, portavoz de Chanel no quiso hacer ningún comentario sobre las demandas contra Xu Ting, señalando que el proceso esta en curso. En 2009, un juez de Florida dictaminó contra Xu Ting y mandó cerrar siete plataformas online donde se ofrecían artículos falsificados de Louis Vuitton, Marc Jacobs o Celine.
Al año siguiente, Gucci, Balenciaga, Bottega Veneta, Yves Saint Laurent y otras marcas del grupo francés Kering la demandaron a ella, a su futuro marido, a su hermano menor, a su madre, y a seis otros ciudadanos chinos ante un tribunal federal de Nueva York. Fue acusada de haber vendido bolsos y carteras falsificadas por valor de más de dos millones de dólares.
Las propias autoridades admiten que a menudo tienen las manos atadas en la lucha contra los falsificadores. Bruce Foucart del Centro de Coordinación para la Protección de la Propiedad Intelectual, asegura "Si cierras una plataforma de Internet, por desgracia, hay diez más dispuestas a abrir con un nombre diferente”.