La economía colaborativa es un sistema basado en intercambiar y compartir bienes y servicios a través de aplicaciones móviles. La clave de la economía colaborativa esta en conectar una oferta rentable con una demanda de consumidores conectados a internet, tal y como hacen compañías como Airbnb, Uber, Kickstarter, Bla Bla Car etc. Este modelo también se está utilizando cada vez más para dar servicios de lujo, como por ejemplo en el transporte aéreo privado.
El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) le calcula a la economía colaborativa un potencial de 110.000 millones de dólares (82.000 millones de euros). Hoy ronda los 26.000 millones. Y quienes participan en este sistema basado en intercambiar y compartir bienes y servicios, según la revista Forbes obtienen beneficios de más de 3.500 millones de dólares.
La compañía Share a Jet Exchange ofrece viajes en jet privado, sin los inconvenientes de tener que comprar o alquilar un avión, compartiendo el jet con cuatro personas, el vuelo puede salir por 7.000 dólares por persona. El costo varía inevitablemente, se estima que alquilar un jet puede costar entre 5.400 y 12.800 dólares por hora, dependiendo del modelo. Comprar uno cuesta como mínimo 3 o 4 millones y algunos sobrepasan los 100 millones de dólares.
La economía colaborativa de lujo no solo esta empezando a ser demandada en vuelos sino también en navegación. Los servicios de compartir barco, como Boatbound, permiten a los consumidores elegir entre varias ofertas, como un alquiler temporal o la propiedad compartida de un yate de lujo.
Onefinestay, apodado el "Airbnb de lujo" ofrece alquiler de casas de lujo privadas, con un precio medio de 600 dólares por noche. Wouter Geerts, analista de viajes en Euromonitor International, indicó en una entrevista para la CNBC que “La razón por la que las empresas invierten en economía colaborativa es realmente la demanda. Dado que los productos de intercambio son cada vez más habituales y los usuarios confían en que los servicios son de alta calidad, la demanda está aumentando fuertemente".
Con la economía colaborativa de lujo, los consumidores con gustos exclusivos pero que no cuentan con excesivos ingresos pueden alquilar "la experiencia" sin tener que acceder a la propiedad. “Esto le permite a la gente alquilar un estilo de vida de alguien que vive en un nivel por encima de ellos. La gente está harta de lo 'mismo', demanda cambios, algo diferente, algo emocionante" indica Winston Chesterfield, director de investigación de la consultora Wealth-X.
El concepto de propiedad sin lugar a dudas esta demodé.