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La desaceleración china impacta en el sector del lujo

Se estima que en 2014, cerca del 50% del gasto mundial en lujo, provenía de China o de compradores chinos en el extranjero.

Desde hace una década, no cabe duda que gran parte del auge de los artículos de lujo tiene mucho que ver con China. Los acaudalados compradores de mercados de economías emergentes, especialmente los ciudadanos chinos, han sido la fuerza impulsora detrás del auge mundial del lujo.

LVMH Moet Hennessy Louis Vuitton, con sede en Francia, es el mayor conglomerado mundial del lujo, y está presidido por Bernard Arnault. Es conocido por sus bolsos Louis Vuitton, pero también es propietario de mas de 60 marcas de lujo entre las que se encuentran Dom Pérignon, Moët & Chandon, Hennessey, Loewe, Givenchy,Fendi, Kenzo, Hublot y Bulgari.

Pero este gigante del lujo, es completamente dependiente de los compradores chinos adinerados. Alrededor del 30% de los ingresos de LVMH provienen de Asia, sin incluir Japón. La mayor parte de esas ventas provienen de China y Hong Kong. Pero algo que no se ve, es el impacto que los turistas chinos tienen en las ventas de las tiendas de América y Europa. Las estimaciones son informales, pero se considera que la mitad de las compras en la tienda insignia de LVMH en Paris las realizan compradores chinos.

Esta dependencia no sólo le sucede a LVMH, la marca de lujo británica Burberry obtiene el 36% de sus ingresos de la región Asia Pacífico, la mayor parte de China y Hong Kong. Y una gran parte del 39% de las ventas que realiza en Europa también proceden de turistas chinos.

En el sector de los relojes suizos, pasa más de lo mismo. Swatch Group, fabricante de Omega y varias marcas de relojes de lujo, realiza casi el 40% de sus ventas en China, si se incluyen los turistas chinos que compran relojes en Europa, la cifra se estima que asciende a más de la mitad de las ventas.

El diario británico The Economist, estima que el año pasado cerca del 50% del gasto mundial en lujo, lo realizaron los compradores chinos, ya sea en su mercado nacional o en el extranjero como turistas.

Todo va bien mientras va bien. China estaba creciendo a un ritmo vertiginoso, pero en 2014, la economía de China creció a su ritmo más lento desde 1990, y se prevé una nueva desaceleración en 2015.

A medida que la economía de China se contrae , se eleva el malestar social y los ciudadanos chinos ricos cada vez les gusta menos ser vistos en público con un bolso por el que han pagado un año de salario de un trabajador.

La construcción ha sido la fuerza impulsora detrás de gran parte del crecimiento económico. Construcción y servicios inmobiliarios representan alrededor del 25% de la economía china. En la actualidad por lo menos una quinta parte de los nuevos inmuebles están desocupados, pero se sigue construyendo. Muchos son los expertos que pronostican que la economía china es una burbuja a punto de estallar.

Como si la desaceleración del crecimiento económico de China no fuera en sí un problema lo suficientemente grande, la cruzada contra la corrupción de los funcionarios que ha lanzado el presidente chino, Xi Jinping, ya ha está teniendo un efecto negativo en las compañías del sector del lujo.