Este descubrimiento nos acerca aún más a nuestro patrimonio y nos ayuda a comprender la próspera civilización de los nabateos. Con estas palabras, Lina Annab —Ministra de Turismo y Antigüedades de Jordania— ratifica el valioso hallazgo descubierto por los arqueólogos Sarah Parcak y Chris Tuttle. Situado a unos 800 metros al sur del Khazneh (el célebre Tesoro de la milenaria Petra), el monumento fue detectado gracias a las nuevas tecnologías: Google Earth, imágenes vía satélite y fotografías tomadas por drones.
Aunque el nuevo enclave no ha sido excavado todavía, la cerámica encontrada cerca de la estructura data de hace 2100 años y pone de manifiesto la inmensidad del patrimonio de la ciudad, así como los enigmas que todavía se esconden entre sus piedras. La historia de Petra es larga. Si bien fueron los nabateos quienes la convirtieron en el centro de la rutas de la caravanas del incienso y las especias, sus orígenes se remontan al final del siglo VIII a. de C. Tras la conquista islámica de la región, Petra fue cayendo en el olvido.Hasta que el explorador suizo Jean Louis Burckhardt redescubrió en 1812 la belleza de las fachadas y edificios esculpidos en la roca rojiza del valle de la Aravá.
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