Jaguar se quiere transformar en una marca de vehículos que estén al alcance de todo el mundo. El exclusivo fabricante también quiere ir más allá de la imagen de ‘malo’ que ha abrazado en recientes campañas y va a bajar los precios con la esperanza de impulsar en el proceso las ventas y atraer un público más joven.
De diferentes estudios se desprende que la primera razón por la que las personas optan por aplazar o dejar de comprar un automóvil de lujo es el precio, así que Jaguar ha decidido que algunos de sus nuevos modelos sean mucho más asequibles.
"En el futuro, queremos recuperar la parte del valor de nuestro ADN", asegura Kim McCullough, vicepresidente de Marketing de Jaguar Land Rover Estados Unidos.
El nuevo sedán XE de Jaguar tendrá un precio inicial de ‘únicamente’ 34.900 dólares, lo que posiciona a la marca para competir con los BMW, cuyos precios de la Serie 3 empiezan desde los 33.150, y con el Lexus IS que vale 36.500 dólares.
Otro modelo nuevo, el más espacioso sedán XF, tendrá un precio desde 51.900 dólares, llegando a ser incluso más barato que la Clase E de Mercedes (53.100) y justo por encima del Acura RLX (50.950). Jaguar lanzará un nuevo modelo de alta gama, la berlina XJ, que saldrá al mercado en 74.400 dólares, que viene con 7.000 dólares en equipación como controles remoto, Wi-Fi, etc.
La compañía asimismo ha presentado un nuevo plan de garantía denominado EliteCare, que es una cobertura durante cinco años que irá incluida de serie en todos los nuevos Jaguar.
Al hacer estos cambios, Jaguar espera ver un enorme aumento de las ventas. Kim McCullough señala que se pueden pasar de las 380.000 unidades vendidas en 2015 a una proyección de 877.000 unidades para el XE y 1.2 millones de unidades del nuevo F-Pace SUV. Pero en realidad lo que va pasar después de la reducción de precios aún está por ver.