Dicen en Hugo Boss que la caída en las ventas del grupo ha sido menor en el segundo trimestre del año que en el primero pero lo cierto es que, a cierre de junio, el resultado es un 4% inferior al que obtuvieran en el mismo periodo del año anterior. Lo que no hacen en Hugo Boss es esconderse, apuntan a lo convulso del mercado y al serio impacto de la caída del turismo en Francia y Países Bajos sobre las ventas de moda y complementos en general pero admiten la necesidad de fortalecer su modelo de negocio logrando ser más ágiles y efectivos, más rápidos y más centrados en el cliente final.
La caída en ventas en el primer semestre es del 4%, en el mismo porcentaje cae el beneficio bruto pero, como suele suceder con los grandes grupos como Hugo Boss, los resultados van por barrios: en Europa aguantan y logran soportar el impacto de los malos resultados en Francia y Países Bajos mientras que los buenos resultados en Sudamérica y Canadá no logran contener la importante caída en las ventas en Estados Unidos. En Asia los resultados también son negativos.
Como ya anunciaran con anterioridad, el grupo va a cerrar tiendas en todo el mundo, los recortes afectarán especialmente a China y Estados Unidos; la idea última de Hugo Boss es re-estructurarse y proteger el valor de su firma de modo que, si bien no esperan cerrar el año en resultados positivos, sí puedan llegar a ellos a lo largo del año 2017.
Según sus conclusiones al análisis de los resultados obtenidos en el primer semestre de 2016, en Hugo Boss esperan cerrar el año con una caída en ventas inferior al 3% y, para alcanzar este dato, seguro que no pierden detalle de otro dato interesante: las ventas de su colección de mujer se mantienen mientras que son las de su colección de hombre las que caen al 2%, al menos, en el primer semestre del año en curso.