Dicen que LVMH quería deshacerse de Donna Karan -de la firma únicamente ya porque la diseñadora americana había renunciado a su posición como directora creativa de la misma meses atrás- y dicen también que en G-III Apparel Group, sabedores de esa intención del lujoso grupo francés, hicieron una oferta.
El resultado ha sido una larga y compleja negociación que se ha cerrado con el regreso de Donna Karan a su ciudad natal, Nueva York, porque es ahí donde tiene sus oficinas centrales G-III, por un importe total de 650 millones de dólares -algo más de 591 millones de euros-.
Según las previsiones tanto de LVMH como de G-III, la operación se cerrará definitivamente a finales de 2016 o principios de 2017 y lo hará satisfactoriamente para ambos grupos: LVMH había señalado ya en sus informes financieros que entre los factores que amenazaban su crecimiento estaban, junto a la caída del turismo en Francia -factor éste que no parece que vaya a mejorar a corto plazo-, los exíguos resultados de Donna Karan, desde el grupo francés se confirma la satisfacción por la venta mostrándose además convencidos de que G-III logrará dar a la firma neoyorquina el enfoque y desarrollo que la llevará a su siguiente nivel; mientras tanto en G-III la satisfacción no es menor, pues consideran que Donna Karan completará su ya notable oferta de productos, cuentan además con el hecho de que si bien en Europa las ventas en el sector del lujo están contenidas, en Estados Unidos se están comportando mejor y, siendo como es su mercado madre -tanto de G-III como de Donna Karan- esperan poder sacar buen partido de esta adquisición.