Rio Tinto va a subastar su piedra más preciosa, un soberbio diamante de 187,7 quilates, más de dos mil millones de años de historia y de un origen sorprendente: el Ártico canadiense. El pasado mes de diciembre la piedra fue presentada en Londres, en el lujoso palacio de Kensintong y en estos días continúa su ruta por Nueva York e Israel, en el ámbito de la semana de las joyas de Israel; Rio Tinto está mostrando este espectacular diamante a coleccionistas y joyeros, gentes que podrían estar interesadas en hacerse con un diamante, todavía sin tallar, tan único como es el Diavik Foxfire.
La última escala de la vuelta al mundo del diamante más grande y exclusivo de Canadá será Amberes, donde se realizarán los últimos estudios al Diavik Foxfire antes de que sea subastado para acabar convirtiéndose, probablemente, en una joya histórica. Se tratará, tal vez, de un anillo que comience a contar su historia miles de años atrás en un rincón remoto y helado de Canadá, la mina de diamantes Diavik, a unos 220 kilómetros del Círculo Ártico; esta mina comenzó a trabajar en 2003 bajo los estrictos parámetros de la sostenibilidad, son lo que se llaman diamantes de joyería ética, la antítesis de los terribles diamentes de sangre.
¿Qué valor alcanzará este soberbio diamante sin tallar? ¿en qué se convertirá una vez pase por las manos y las ideas de algún ilustre joyero? estaremos atentos...