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Disminuyen las ventas de arte en China

China dominaba hace cuatro años el mercado internacional de Arte con una cuota del 30% que en la actualidad se ha reducido al 22%.

Hace cuatro años, China dominaba el mercado internacional de Arte con una cuota del 30%, que en la actualidad se ha rebajado hasta el 22%. Por tercer año consecutivo en 2014, las cifras del mercado de arte y de subastas chino han disminuido.

Según el informe anual ‘Annual Art Market Report Tefaf», los ingresos de la casa de subastas China Guardian se redujeron un 20% a 621 millones de euros. Ligeramente mejor le fue a Poly International, que registró perdidas del 6%, con unas ganancias que ascendieron a 908 millones de euros.

La realidad en el mercado del arte en China no resulta muy estimulante, por un lado la disminución de las ventas, por otro el creciente volumen de piezas sin vender. En 2014 el 57% de las obras no encontraron comprador. Las razones son diversas, precios demasiado altos, exceso de oferta, y un inquietante porcentaje de falsificaciones. A lo que hay que añadir numerosos impagos.

En 2014 las casas de subastas Christie y Sotheby's registraron pérdidas tanto en Hong Kong como en Shanghai. Estados Unidos es el país número uno en subastas del mundo y los chinos ricos prefieren participar en las que se celebran en Londres o Nueva York. Las compras en Christie’s International en 2014 aumentaron un 22% alcanzando los 2 mil millones y en Sotheby registró un aumento del 19% alcanzando los 1.000 millones.

Con respecto a los gustos, los chinos se decantan por comprar arte autóctono, actúan por patriotismo. Esto explica la aparición de superestrellas como Ai Weiwei igualmente famoso por sus problemas con el gobierno, que por su arte, pero no es una excepción. Muchos artistas famosos de Pekín como Yue Minjun o Zang Xiaogang simbolizan el éxito, como en su momento lo hicieron Basquiat o Warhol en Nueva York. Los artistas chinos en el exilio también son muy cotizados, como Yan Pei Ming que reside en Dijon desde 1980.

En China, un país que ha mutado de la pobreza a la riqueza, es considerado un honor llevar arte a casa, ya que se considera un bien nacional y eso incluye tanto al arte contemporáneo como a las valiosas piezas cerámica de la época imperial.

En 2010 la pequeña casa de subastas británica Bainbridge vendió un jarrón de porcelana de finales del siglo XVIII por 43 millones de libras. En 2014 se subastó en Sotheby's Hong Kong un pequeño tazón de la dinastía Ming por 26 millones de euros, lo que ha establecido un nuevo récord mundial para la porcelana china.

Jean-Marie Schmitt y Antonia Dubrulle en su libro "Le marché de l'art", aseguran que el mercado del arte un día se agotará por falta de productos de calidad y que muchos coleccionistas construirían sus propios museos absorbiendo las mejores piezas.

Occidente ignora completamente el principal mercado que es la pintura tradicional china. Las obras caligráficas realizadas con tinta se ajustan a la perfección al gusto contemporáneo, pero la estética de estos objetos aún se escapa en gran medida a los occidentales. Sin embargo, son los más vendidos. Desde el año 2008 la caligrafía china está muy demandada y en 2013 la demanda de este género quintuplico a la de artistas contemporáneos.

Los chinos ahora se están interesando en el arte occidental tanto antiguo como moderno y esto trae reminiscencias de la época en la que los japoneses en los años ochenta, poco antes de que la economía japonesa comenzara a tambalearse, compraban cuadros Impresionistas a cualquier precio. El magnate del cine chino Wang Zhongjun pagó el año pasado en Nueva York por el bodegón “Nature Morte, Vase aux Marguerites et Coquelicots” pintado en 1890 por Van Gogh 61,8 millones de dólares. El pasado mes de mayo el magnate chino Wang Zhongjun compró durante una subasta realizada por la casa Sotheby's en Nueva York la obra de Pablo Picasso titulada "Femme au Chignon Dans un Fauteuil", por 27 millones de euros.