En un mercado tan competitivo como el de la aviación, cada vez hay que innovar más para destacar y posicionarse, así como para hacer negocio. El cuidado y el mimo de los viajeros de clases superiores se convierte, así, en todo un sello de distinción, ya que hay que agasajar especialmente a aquellos que, pese a la crisis, mantuvieron el estatus de volar en Primera y en Business.
Es en esta segunda clase en la que llega todo un anuncio que puede revolucionar el servicio en el sector: la introducción de las suites. Hasta ahora, algunas compañías ya habían introducido una configuración de gran lujo en Primera Clase compuesta solo por pequeños apartamentos voladores. La Business aun se resistía, casi siempre motivado por ser más frecuente en vuelos de pequeño radio. Pero esto va a cambiar.
A partir de otoño de 2017 empezarán a volar los primeros Airbus A350 de Delta con una cabina de Business compuesta exclusivamente por Suites. Cada aparato tendrá un total de 32 de estos espacios, con un confort especial y que permitirá gozar de la máxima privacidad, al que se accederá a través de una puerta corredera y con el sistema más avanzado de entretenimiento a bordo.
En cada una, iluminación ambiental personalizable, compartimentos para guardar todo tipo de objetos, cojines de espuma, monitor de 18 pulgadas, puertos USB y tomas de corriente... Y no faltarán asientos-cama reclinables, algo que ya introdujo en 2014.
Después del debut del A350, la Delta One suite se incorporará progresivamente en toda la flota de Boeing 777 de Delta. De hecho, la firma será la primera de los Estados Unidos en recibir un A350, que servirá principalmente rutas entre los Estados Unidos y Asia.
El objetivo de los nuevos espacios es mantener esa idea de clase pensada para los negocios ya que, si el viajero lo desea, puede convertir su asiento en todo un despacho durante el vuelo. No le faltará de nada para poder hacerlo.
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