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Crisis, artesanía y lujo: una ventana de oportunidad

La simbiosis entre el sector del lujo y la excelencia de la artesanía ha cobrado un renovado ímpetu gracias a la crisis financiera.

Una de las características de la evolución del lujo en la última década es la marcada por su relación con la artesanía. Cada vez más, da la sensación de que las grandes marcas de lujo, en especial las más tradicionales, están resaltando su espíritu artesanal como sinónimo de experiencia, sabiduría, calidad en los materiales y precisión. Pero no siempre ha sido así. Antes del año 2007, y por tanto, del estallido de la crisis que ha zarandeado nuestro sistema financiero, el sector del lujo se veía impulsado a un avance desenfrenado, alentado por la creciente capacidad de gasto de la población, perdiendo de vista la perspectiva de la tradición y la artesanía como base de todo lo demás.

Este aspecto ha sido estudiado a fondo por Guy Salter, Presidente Adjunto de Walpole, una alianza única de marcas de lujo mejores de Gran Bretaña cuyo compromiso con la excelencia abarca la calidad, el diseño, la artesanía, el servicio, la tradición y la innovación. En un estudio publicado en plena vorágine pre-crisis, Guy Salter proponía el concepto de "Curva de Discernimiento" para explicar que antes o después los nuevos usuarios del lujo se terminarían sofisticado, informando y serían cada vez más exigente. Este aumento en el discernimiento sería lo que determinaría a los ganadores y perdedores en el futuro y el éxito o el fracaso de la industria en su conjunto. En otras palabras, el interés en los logotipos pronto sería reemplazado por preguntas sobre la calidad de los cueros o cuántos puntos de sutura por pulgada entraron en la elaboración de nuestros bolsos. Sería volver a lo básico de lujo.

La crisis del crédito impactó a la industria en pleno corazón, incluso por un momento parecía que las bases habían sido destruidas al menos temporalmente. Esto llevó a una reflexión profunda sobre el futuro y sobre todo a una revisión de la importancia de los valores tangibles del producto en sí.

Hoy por hoy, el renovado interés en la artesanía es real. Pero ¿significa un renacimiento en toda regla? La realidad para la mayoría es que gran parte de la actividad artesana incluso la realmente excepcional, para marcas con un nivel muy alto, se aplica a las pequeñas selecciones de ediciones exclusivas o limitadas.

El futuro apunta a una mayor conciencia respecto a lo que significa una fabricación excelente, los sacrificios y desvelos que implica y que merece la pena pagarlo.