El último trimestre de su año fiscal, que terminó el pasado 30 de junio, ha sido para Coach una confirmación de su buena tendencia, las ventas del grupo estuvieron de nuevo por encima del billón de dólares y el crecimiento respecto al mismo periodo del año anterior fue del 15%, eso deja la tasa de crecimiento del grupo en el año que cierran en un 7% que, dado el convulso panorama que viven las firmas del lujo, resulta un muy buen resultado.
La dirección de Coach ve así sustentada por los resultados la estrategia que han puesto en marcha en las últimas temporadas, un planteamiento que pretendía, y pretende, que la firma recupere su status como sello de lujo, un reconocimiento que se había visto afectado por una época de poca innovación en el diseño y constantes descuentos en los precios.
Coach espera mantener esta tendencia de resultados de cara al año fiscal que acaban de estrenar y anticipan que continúan con su plan de reposicionamiento de la firma, una estrategia que supondrá la reducción del número de puntos de venta de Coach y cuenta igualmente con el impacto negativo de Stuart Weitzman, si bien la facturación anual de la firma zapatera está a años luz de la de Coach por lo que su influencia en los resultados del grupo no es elevada.
Los buenos resultados del grupo Coach lo son más allá de sus ventas, su beneficio bruto alcanzó los 783 millones de dólares, lo que supuso un crecimiento del 14% respecto al año anterior; sólo Coach ha facturado en el último trimestre de año 1,07 billones de dólares, superando así la cifra redonda del billón que acarició, sin llegar a superarlo, en el trimestre anterior. Por su parte Stuart Weitzman facturó en el último trimestre del año 84 millones de dólares cerrando su año fiscal en 345 millones de dólares.