El próximo miércoles 13 de mayo, se subastará en la sala Christie's de Ginebra el broche, llamado devant-le-corsage porque se enganchaba al corsé más abajo de la cintura, que el rey Alfonso XII regaló el día de su boda en noviembre de 1879, a su futura esposa, la archiduquesa María Cristina de Austria.
Se trata de un maravilloso broche de diamantes de una fineza inigualable que constituye un doble tesoro. Por un lado, como joya, y por otro lado, por su valor histórico. La pieza, que actualmente pertenece a la baronesa Thyssen-Bornemisza, forma parte de una colección de joyas que se subastarán bajo el título de Magnificent Jewels, y que podrán ser visitadas desde mañana, 8 de mayo hasta el 13 de mayo por la mañana.
Junto con el broche, se sacará a subasta también un fabuloso diamante de 55,52 quilates, con forma de pera perfecta. Su color (blanco entre blancos), claridad impecable, su excelente brillo y perfecta simetría, se suma al hecho de que pertenece al raro Tipo IIa, lo que hace de este diamante una joya muy requerida por los coleccionistas.
Otra de las piezas ofrecidas es un raro diamante rosa de 5,18 quilates. Este diamante presenta una verdadera tonalidad rosada viva sin modificador de color, un fenómeno escaso para un diamante de sus características. Considerado un milagro de la naturaleza magnificada por el hombre, los diamantes rosados se encuentran entre las gemas más raras del mundo.
Entre las joyas más destacadas se halla un collar de zafiros y diamantes de Bulgari, collares de perlas de altísima pureza, joyas exquisitas de Cartier y anillos maravillosos. Pero no es el devant-le-corsage de Maria Cristina la pieza más cara, sino un anillo de diamantes y zafiro cuyo precio de partida supera los tres millones de dólares.
Un conjunto de piezas muy bien elegidas que deleitará a todos los afortunados que puedan acercarse al Hôtel des Bergues de Ginebra.