La semana pasada, Das Erste ("La Primera"), el primer canal de televisión de la ARD, grupo de radiodifusión pública de Alemania, realizó una interesante exposición sobre los problemas de censura que las plataformas de servicios de internet extranjeras como Twitter tienen en China y sobre las consecuencias que esto puede tener en la economía.
Parece ser que los censores chinos, ahora han ido un paso más allá, y esta vez van contra los últimos resquicios de libertad en la web, denominados redes VPN (Virtual Private Networks).
Lisa Zhang, (el nombre es un seudónimo por razones de seguridad), tiene una agencia en la costa este de China, que ayuda a los jóvenes chinos a buscar un lugar para estudiar en el extranjero. Busca Universidades sobre todo en Estados Unidos y apoya a sus clientes durante el proceso de solicitud.
"En sitios como Facebook, nuestros clientes pueden pedir información a los ex alumnos de las universidades. Muchos tienen sus aplicaciones y CV's colgados online y algunos también audios y videos en Youtube", señala Zhang.
Para llegar a las plataformas estadounidenses, Lisa Zhang se ve obligada a utilizar diariamente una red privada llamada VPN (Virtual Private Network), un ‘servicio túnel’ que guía al usuario a un servidor en el extranjero. El VPN se salta la censura de Internet en China.
Las VPNs, están muy extendidas entre los extranjeros y los propios chinos. Pero ahora los censores del gobierno pretenden bloquear estos servicios.
"Nuestro VPN siempre ha funcionado de manera estable", asegura Zhang. "Es caro, pero fiable. Pero últimamente se para cada pocos minutos". Varios proveedores importantes de VPN extranjeros como Astrill o StrongVPN, han reportado interrupciones desde el mes de enero, en sus servicios en China. Existen fuertes indicios de que el gobierno les ha declarado la guerra a estos operadores.
Eso supondría un grave problema para un sinnúmero de ciudadanos y empresas. Porque sin la escapatoria de los VPN, el acceso a Internet en el extranjero desde el año pasado, tiene un alcance muy limitado. Cuando un usuario sale de la red china, la velocidad disminuye a menudo tanto, que impide trabajar con normalidad.
"Casi todas las aplicaciones que se ejecutan en servidores fuera de China a través de servicios en la nube, son lentos y no son compatibles con VPN, un riesgo de seguridad inherente", señala Hannes Streeck, jefe de la empresa de logística alemána Fiege en Shanghai. "Eso sería muy perjudicial para todas las empresas dependientes de la transferencia de datos segura, entre China y el extranjero", advierte Streeck.
La lentísima velocidad de las conexiones a Internet son una de las principales preocupaciones de las empresas extranjeras en China. Stefan Saco, presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en Shanghai, que representa a más de 600 empresas de la Unión Europea con presencia en el país, indica "Consideramos muy contraproducente crear en China artificialmente una intranet. Ya se habla del resurgimiento de las memorias USB y del CD para la transferencia de datos. Probablemente pronto habrá que utilizar nuevamente el fax".