La represión que se ejerce en China contra la corrupción de los funcionarios gubernamentales, se está cobrando un peaje en las ventas de bienes de lujo.
El esfuerzo por controlar el flujo de dinero público gastado en coches de lujo, bolsos de marca y demás productos de lujo se ha recrudecido desde finales de 2012.
Una comisión de disciplina gubernamental investigó y/o juzgó a más de 182.000 personas por corrupción únicamente en 2013. Como resultado los funcionarios destinan mucho menos dinero público en banquetes y otros signos de ostentación.
Hace unos días se ha cancelado en Macao la Europe Asian Watch, Jewelry and Antique Coins Show, una feria de joyería, relojes de lujo, que estaba previsto que se celebrara los próximos días 2 y 3 de mayo. Los organizadores apuntan como causa principal la represión de China en materia de corrupción y a las restricciones de entrada que tienen los funcionarios estatales chinos a los casinos.
En un mensaje publicado en la página web de la Europe Asian Watch, Jewelry and Antique Coins Show, Vincci Tung gestor de eventos pidió disculpas a los expositores y visitantes por cancelar la feria debido a la "reciente crisis política en China" y su lucha contra la corrupción.
En su declaración el Sr. Tung señala que el gobierno prohíbe a los funcionarios de cualquier nivel entrar en los casinos y como la feria se celebra en un hotel-casino, esta decisión afectaría directamente a la admisión de sus "clientes VIP”.
Desde que asumió el poder en 2012, el presidente chino Xi Jinping ha estado llevando a cabo una ofensiva contra la corrupción e insta a los funcionarios a vivir de manera frugal. Se han acabado los banquetes de lujo, el derroche de dinero y los regalos caros.
Las multinacionales de lujo están empezando a plantearse la manera de ganar dinero en un mercado menos corrupto y más complejo, señalan los analistas. Algunas están abriendo mercado en ciudades de segundo nivel, otros reducen los precios.
Rambourg, analista de HSBC, y autor del bestseller “Bling Dynasty” es optimista sobre las perspectivas de China a pesar de lo que él llama los retos a corto plazo. Él experto señala que el sector está experimentando "una transformación generacional; y ninguna otra nacionalidad influirá en el consumo del lujo tanto como los chinos en el futuro".
Rambourg asegura que la mayor parte del crecimiento futuro del lujo en China ocurrirá de manera mecánica. Durante los próximos 10 años, se prevé que el número de consumidores de lujo en la República Popular (personas que ganan más de 30,000 al año) se duplicará de 75.000.000 a 150.000.000, mientras que el gasto se prevé se triplique. En este escenario, los chinos dominarían la industria mundial del lujo.
Sobre el papel, las cifras lo respaldan, en China se han contabilizado 213 multimillonarios en la lista Forbes 2015 de multimillonarios, cifra sólo superada por los Estados Unidos. El estallido de la clase media apunta a una futura bonanza en el consumo. Pero la realidad se ha vuelto más compleja.
Rambourg podría haber subestimando un mercado que ha evolucionado a velocidades vertiginosas. El sector del arte en China ya da síntomas de nuevas tendencias decantándose ahora los coleccionistas chinos por obras de caligrafía antigua y antiguedades.