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Burberry frente a su crisis

Burberry ha publicado su Informe de Cierre del año fiscal correspondiente a 2015/2016 y ha anticipado en él su estrategia para el año en curso.

El pasado 31 de marzo Burberry cerraba año fiscal y lo hacía con unos resultados que están por debajo de las expectativas de la compañía; la firma británica no lograba igualar los resultados del año fiscal previo y anunciaba una caída en sus ingresos del 1%, pasando de estar por encima de los 2520 millones de libras a quedarse en 2515 millones en el año fiscal 2015/2016. Partiendo de estos ingresos, los beneficios de Burberry también caen con respecto al año anterior, hasta un 10%, y pasan de 456 a 421 millones de libras.

Burberry forma parte de las firmas que han señalado ya en diferentes ocasiones la difícil coyuntura económoca en que vivimos y el modo en el que ésta incide en sus resultados; en cualquier caso la firma británica no se conforma con excusar sus resultados a través de la crisis sino que se replantea sus estrategias futuras que pasan por recortar los gastos a través de una mayor eficiencia en los procesos e incrementar las ventas.

A pesar de los discretos resultados, en Burberry se muestran satisfechos por la fortaleza de la marca y el modo en el que ha evolucionado siendo hoy una firma de referencia de la moda británica en el mundo, en palabras de John Peace -Chairman-. Por su parte Christopher Bailey ha enmarcado los resultados de Burberry en un mercado que había venido creciendo entorno a un 7% y que en el último año lo ha hecho a tan solo un 1-2%. China y Europa son los dos mercados más señalados, el primero por la caída del consumo y el segundo por la inquietud generada debido al terrorismo que ha provocado un descenso del turismo y del consumo asociado a éste.

Bailey reconoce que el año fiscal que comenzaba el pasado 1 de abril será también retador para Burberry en cuanto a que el sector continua cambiando y la firma británica necesita entender y adaptarse a esos cambios del mercado y también de los consumidores; en línea con esta idea, los próximos planes de Burberry pasan por una simplificación de su cadena de producción y distribución, tanto a nivel retail como para la venta online, que no sólo suponga un decremento de los costes sino también una clara mejora en sus procesos. El plan para la mejora de procesos se desarrollará en tres años fiscales con una inversión de 10, 20 y 25 millones de libras en cada uno de esos años fiscales.

Acerca de lo que no existe duda alguna en Burberry es sobre una idea fundamental: la fortaleza de su marca -de ahí su intención de aglutinar sus colecciones Prorsum, London y Brit para una sola: Burberry, cosa que hará paulatinamente antes de que termine su año fiscal actual-.

Con una caída del 1% en sus ingresos y de un 10% en su beneficio, quien sí ha visto disminuir sus ingresos particulares ha sido Chistopher Bailey que no ha recibido los importes correspondientes a sus bonus como en años previos; de hecho, en los mentideros de la moda, se habla también acerca de su continuidad o no al frente de la firma británica aunque en cuanto a esto por el momento en Burberry no se pronuncia y es Bailey, junto al resto de la dirección del grupo, quien ha presentado el informe de cierre de año que anticipa además las líneas estratégicas que comentamos de cara a los próximos años.