No es necesario pararse mucho a pensar para encontrar los puntos que unen a la cocina con la relojería o entre Berasategui y Blancpain. Cuestión de tiempos, para empezar, aunque para la alta cocina es necesario mucho más: creatividad, precisión, experiencia, el cuidado en el detalle, el trabajo artesano y dedicado, el esfuerzo y un gran empeño para con la perfección. Como en la alta relojería que desarrolla la manufactura de Blancpain.
La relación de Blancpain con la alta cocina viene de largo, conocedores como son de los vínculos que unen ambos mundos y los que han creado entre ellos. Amigos de la marca son ya desde hace tiempo nombres como Joël Robuchon, el cocinero más condecorado del mundo y por ello considerado el mejor, o el también francés Claude Bosi, menos mediático pero no menos grande, o nuestro Dani García, admirado y querido por todos los cocineros patrios y por todos los que hemos tenido la oportunidad de conocerle, por su gran saber hacer, por su capacidad de despertar emociones con su cocina, por su humanidad.
A esta lista de amigos de la relojera Blancpain era natural y hasta de justicia que se uniera también Martín Berasategui no sólo por sus ocho estrellas Michelin que le califican como uno de los más grandes de la mejor cocina, de la nuestra y del mundo, si no por esas otras muchas cosas que unen el trabajo de ambas casas. El detalle, el mimo, el cariño, el esfuerzo y el talento, el conocimiento y por supuesto el resultado: la creación de platos únicos, como de piezas únicas, que más allá de los gustos personales resultan en una perfección irrebatible.
Formado en los fuegos de la cocina familiar, la inquietud de Berasategui por mejorar le ha llevado en su proceso de aprendizaje a aprender de otros grandes, como Didier Oudil o Alain Ducasse, y a abrir 12 restaurantes que trascienden el primero, el original, el Lasarte-Oria de San Sebastián que cuenta con tres estrellas Michelin que junto con las otras tres del Lasarte del Monument hotel de Barcelona y las dos de The Ritz-Carlton Abama de Tenerife suman las ocho que atesora.
¿Y qué reloj de Blancpain llevará ahora Martín Berasategui?
A Berasategui se le ve cómodo con un Blancpain Villeret Cronógrafo Flyback con pulsómetro referencia 6680F-3631-55B. Un reloj automático con caja y manecillas en oro rosa y esfera en esmalte grand feu blanca abombada, con fecha, 322 componentes, 37 joyas, una reserva de marcha de 50 horas, tiene un diámetro de 43,6mm y un grosor de 13.50mm, cristal de zafiro y con correa marrón de piel de aligator. Lo luce con la sencillez de quien se siente a gusto con lo logrado con mucho esfuerzo, mérito y recompensa.
Un perfecto maridaje de altura.