LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton ha publicado sus resultados del primer trimestre del año, unas cifras que tienen luces y sombras: por una parte el gigante francés mantiene en positivo su crecimiento en ventas, que alcanza el 4%; las luces son para Estados Unidos y las sombras se quedan en Europa, concretamente en Francia, donde, debido a la caída del turismo tras los atentados de París, las ventas de la firma han caído más allá de cualquier previsión.
Por líneas de negocio, la división de moda y marroquinería es la que arroja peores resultados con un crecimiento cero mientras que perfumes y cosmética por una parte y relojes y joyería por otra, son las líneas que ofrecen más luz a los resultados de LVMH al crecer ambas al 7%.
Conviene recordar que hablar de LVMH es hablar del más importante grupo del mundo del lujo, a él pertenecen desde Hennessy, Glenmorangie o Belvedere en su línea más espirituosa hasta Dior, Guerlain o Benefit en belleza y cosmética pasando por Louis Vuitton, Loewe, Celine, Dona Karan o Marc Jacobs en moda y marroquinería o Bulgari, Dior y TAG Heuer en joyas y relojes.
En cuanto a su estrategia para afrontar el difícil escenario económico en el que se mueven, en LVMH lo tienen claro, apuestan por un estricto control de costes, un profundo análisis de todas las inversiones a realizar y una decida apuesta por el talento y la innovación porque ese es, según confirman desde la maison francesa, el único camino posible para mantenerse como grupo líder en el ámbito del lujo.