Ligereza, alegría y calidez. Eso es lo que ha pretendido evocar Marc Sadler con su lámpara, la Jamaica, diseñada por encargo de Foscarini. Y ¿cómo lo ha logrado? Envolviendo un rollo de papel, parecido en su textura y apariencia a un trozo de pergamino, sobre un eje central. ¿Resultado? Algo así como una nube flotando...
Pese a su paarente sencillez, Jamaica es una proeza tecnológica, primero, por la dificultad de obtener un material lo suficientemente etéreo y segundo, para lograr una iluminación que tenía que ser doble y que se ha conseguido gracias a tiras superpuestas que contienen y emiten la luz de neón.
Dinámica, concéntrica, de inspiración orgánica, envolvente, tranparente... Es perfecta por su calidez para el hogar pero eso sí: reservándole un espacio lo suficientemente amplio y destacado como para que escenifique a placer toda su teatralidad.
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