Doscientos metros de hilo bordados artesanalmente sobre la tela gruesa son los que hacen falta para fabricar un planeta iluminado. No es solamente una lámpara suspendida sobre nuestras cabezas o un objeto decorativo. Es la conjunción de la tecnología y la artesanía. El bordado a mano sobre la tela, puntada a puntada, al estilo de los sastres tradicionales, va componiendo el exoesqueleto de una esfera irregular y hueca.
La clave del proyecto es la complejidad de lo más simple. Crear una esfera a partir de un patrón de papel, combinar alta tecnología con un proceso artesanal, para conseguir que los doscientos metros de hilo se confundan con el tejido cuando la luz está apagada, o resalten dando carácter a la estancia.
Es la lámpara Planet, de Foscarini. El proyecto de Changedesign conculca el calor de la artesanía con la sofisticación de la tecnología aeroespacial. Se trata de un estudio encargado por la NASA y realizado por Dainese, en colaboración con el MIT (Massachusetts Institute of Technology) de Boston acerca de la "ropa inteligente" de alto rendimiento usado por los astronautas . La costura del traje aplicada a la superficie del material hace que se adhiera al cuerpo evitando su expansión en ausencia de gravedad, mientras que el hombre conserva la plena libertad de movimiento en el espacio. En el campo de la industria aeroespacial esta tecnología fue desarrollada para contener, pero en Planet se reinventa para soportar el volumen. El hilo, que se trata a alta temperatura, cambia su estructura molecular y se convierte en un exoesqueleto. Gracias a este tratamiento la luz interactúa con el tejido de forma que no se proyecta sino que se difumina dando la sensación de que la esfera hueca brilla por sí sola, como un planeta.
Disponible en dos tamaños para adaptarse a diferentes espacios, o para crear composiciones. También ofrece dos colores, los más atrevidos y modernos pueden elegir el color del bordado en rojo, los más sutiles y tradicionales en blanco.