Lámpara TiedUp Romance.
Decoración

TiedUp Romance Lamp. Y el bondage se hizo luz

Cuero, crin y metal. Suspensión intrigante que además ilumina.

Un homenaje a la irreverencia y maestría de Alexander McQueen. Un tributo al bondage y el deseo obsesivo del placer maniatado. Puro cristal de Bohemia, con el peso de la historia, la experiencia y los candelabros de los grandes palacios hechos por manos artesanas. Y la genialidad que desprende Katerina Handlova en el diseño de la lámpara TiedUp Romance.

Una especie de botella cristalina, sencilla e inocente y de repente la cuerda que sostiene, toca, habla, acaricia, rodea. Nunca oprime ni anula. Sino que se vuelve forma moldeando, esculpiendo el cuerpo. Y de la seducción del amarre, a la extraordinaria genialidad de crear más allá de lo que se espera.

Cuero, crin y metal. Suspensión intrigante que además ilumina. Y esa sutileza de la diseñadora checa que busca la perfección en la joyería y objetos de vidrio que crea. Una sensibilidad fetichista alimentada por la maestría del diseñador de moda que combinaba materiales imposibles de una manera nueva, o al menos así parecía siempre. Esa búsqueda del patrón romántico que es fuerte y sexy a la vez. Como las cintas y cuerdas que rodean cada uno de los modelos de las lámpara TiedUp Romance.

Katerina comenzó la creación de esta línea como su proyecto final de carrera, sin embargo fue más allá y se unió a Preciosa Lighting, uno de los artesanos más importantes de cristal de Bohemia para darle vida a sus lámparas. De ahí a unir la tradición con el diseño de estética bondage inspirado en la osadía de Alexander McQueen, sólo quedaba la creatividad de la artista. Según sus palabras, con las TiedUp Romance ella buscaba expresar en las lámparas esa segunda personalidad oculta de las personas, esos secretos que todos tenemos.

Emoción, iluminación, sensibilidad y tensión. Belleza que se cruza, se sostiene, decora y potencia el diseño. Un universo que se genera en un trinomio donde las cuerdas, el objeto atado y el espectador juegan, se adivinan y disfrutan. Iluminan.