No diremos que es la bañera más bonita del mundo (eso lo dejamos al gusto y criterio de cada cual) pero lo que sí diremos es que se trata, sin lugar a duda alguna, de la más espectacular que nunca hayamos visto (y es también la más cara), por todo ello es una joya, The Jewel, se llama; la espectacularidad de esta bañera radica en el material en el que ha sido tallada con sumo cuidado: madera. Claro que no una madera cualquiera sino madera pretrificada.
Nigel Fenwick, un diseñador inglés que lleva ya 30 años trabajando los materiales más inverosímiles y creando interiorismos para otros impensables, es el responsable de esta espectacular y lujosa bañera cuyo precio de venta se acercará a los dos millones de euros; las razones de este precio hay que buscarlas en el material en el que está hecha la bañera en cuestión, The Jewel.
Estamos ante una pieza única de madera petrificada que lo está no porque nadie se haya escapado del mundo mágico de J. K. Rowling para hacer buen uso de su varita lanzando un hechizo 'petrificus totalus' sobre este gran trozo de madera para dejarlo de piedra sino que ha llegado a ser piedra tras un largo proceso natural lo que hace este material más exclusivo y único porque no puede en modo alguno fabricarse; 180 millones de años ha tardado este bloque de madera en convertirse en piedra y a su espectaculidad suma además sus propiedades, dicen que tiene propiedades terapéuticas y que incluso puede alargar la vida ¿estamos ante un anticipo de la piedra filosofal? quién sabe...
Además, trabajar esta piedra petrificada ha supuesto un trabajo cuidadoso y artesanal pero el más mínimo exceso en su pulido podía levantar alguna astilla que estropeara la pieza completa, algo que afortunadamente no ocurrió y por eso podemos ahora asombrarnos ante la bañera más innovadora, sorprendente, exclusiva, espectacular... y cara del mundo, por eso se llama The Jewel.
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