Hay espejos que no te quieren.
El del ascensor de casa, por ejemplo, me odia. Su alma de bocazas me delata a todas horas y me grita que mi cara no refleja mi edad… bah, la de mi espíritu. Que la de mi DNI la declara hasta con hora de nacimiento.
Otros, en los que mi piel se ve tan blanca, tan iridiscente, que me veo a lo Crepúsculo.
Hay algunos, inclusive, que hasta me hablan. Me dicen "¿vas de moderna?"… O "has desayunado demasiado por más que te mires de perfil"...
Sin embargo, hay algunos que me piropean. No sólo porque me devuelven mi mejor versión, sino porque me gusta mirarlos y mirarme.
Ayer me crucé con uno de esos, el espejo Interactivo LivingShape de Philips. Y la verdad es que me emocionó. Emocionar no de hasta las lágrimas. Pero me gustó verlo.
Parece inerte, un elemento bello de decoración que además ilumina. Pero te acercas y te ves y las luces se van difuminando dibujando tu silueta.
Un aura. Ves como tu aura iluminada por las OLEDs, la evolución de la iluminación LED que no tiene bombillas ni cables a la vista. Sólo una superficie espejada autoiluminada para verte bien, en detalle. Además, tienen un sensor infrarrojo que capta tu presencia y apaga las luces de tu contorno para que puedas visualizarte perfectamente, rodeada de una luz cálida frontal (de esas que siempre te hacen buena cara, radiante y no marcan las sombras).
Para que te hagas una idea, es como una grilla iluminada, que te capta, rodea tu reflejo, aunque también te permite configurarla para que veas sólo el recuadro iluminado, a lo espejo de estrella de Hollwood, o sólo los laterales.
Me lo imagino en los servicios de los buenos restaurantes y las chicas asombradas mirándose mientras piensan… me acerco… se apagan estas luces… me alejo y el sensor no me capta. O en pasillos… o en mi casa.
El espejo Interactivo LivingShape de Philips, con sus programaciones sensibles a tu presencia e intercambiables, te permite jugar con la intensidad de la luz, para crear ambientes más tenues o más brillantes. Es decoración, es reflejo, es funcionalidad y armonía con el resto de objetos. Es tu reflejo. Es tu mejor versión. Es lo que ves.