Decoración

La piedra luminosa

Hablar de piedras luminosas hace no mucho tiempo hubiera sido tan aventurado como en su día hacerlo de la piedra filosofal...

Hablar de piedras luminosas hace no mucho tiempo hubiera sido tan aventurado como en su día hacerlo de la piedra filosofal de los alquimistas, aquella que transformaba los metales no preciosos en plata y oro.

Claro que hasta hace no mucho tiempo, Raffaello Galiotto no había rendido su creatividad a la piedra; empezó por otros materiales, otros objetos y otros fines hasta que en el 93 Lithos Design le echó el guante... y hasta hoy.

Hoy, el que fuera estudiante de Bellas Artes en Venecia, es profesor en la universidad de Ferrara y un referente, en lo que al trabajo sobre piedra se refiere, por su continuo estudio del material y por las ideas que plasma a gruta viva sobre su superficie.

Claro que habría que empezar por el principio y el principio es ¿por qué piedra natural para dar vida y calor a las paredes de interior? porque las piedras naturales no son inflamables, porque, por su porosidad y textura, son grandes aislantes del sonido y, además, porque tienen también propiedades termales... ni frío ni calor.

Llegados a la piedra, a Lithos y a Raffaello, no nos queda más que llegar también a Milán, a su semana del diseño y rendirnos ante las piedras luminosas allí presentadas.

La Pietre Luminose es una colección de ocho revestimientos de mármol en tres dimensiones y con luz al fondo; luz que se engarza con la piedra explotando la luminosidad propia del mármol de Carrara, acentuada ésta a su vez por el trabajo que sobre los paneles al completo ha diseñado Raffaello.

Alcor, Antares, Mizar, Naos, Polare, Rigel, Sirio y Vega son estrellas y son también los ocho revestimientos luminosos de Lithos, una idea innovadora y única que da un paso más en el descubrimiento de la expresividad de la piedra... Belleza y utilidad en el estado más natural y más puro.

Y a ver ahora quien se atreve a hablar de lo inanimado, inerte, frío y frívolo de las piedras... Frente a La Pietre Luminose nadie, sin duda.